El templo construido durante las vacaciones de invierno, fue obra de los jóvenes de Trabajo País en conjunto con los fieles del pueblo.
Los integrantes de la comunidad “Nuestra Señora del Carmen” de Huamalata, perteneciente a la parroquia Santuario “El Niño Dios” de Sotaquí, debían realizar sus celebraciones eclesiales fuera de su templo, ya que este se encontraba dañado e imposibilitado de utilizar. Por tal razón, con gran alegría la tarde del sábado 1 de octubre, participaron de la Eucaristía en la que se bendijo la nueva capilla para el sector.

Previo a la santa Misa, presidida por el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo, en compañía del párroco, P. Héctor Zambra, y del P. Reinaldo Osorio, la señora María Larrondo, coordinadora de la capilla, manifestó gratitud al Señor por cumplirles un gran anhelo. “El pueblo quedó súper animado gracias a la misión que realizaron los jóvenes, creo que ha sido un hermoso regalo que nos ha dado Dios. Para nosotros será una alegría enorme poder tener las celebraciones al interior de un templo y esta capilla es una gran bendición que motiva la fe de nuestra comunidad”, enfatizó.
Cabe destacar, que la capilla fue obra de los jóvenes de Trabajo País, perteneciente a la Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quienes durante las vacaciones de invierno misionaron el lugar y construyeron el nuevo templo en beneficio de los fieles del sector. “Fue una gran experiencia. A pesar de que al comienzo el trabajo fue lento por la falta de materiales, la motivación que tenía el grupo logró que se consiguiera el objetivo”, destacó Víctor Tobar, estudiante de Agronomía e integrante del grupo misionero.
Confirmaciones
Asimismo, durante la Misa celebraron el Sacramento de la Confirmación cuatro jóvenes de la comunidad, quienes tras su preparación catequética quisieron recibir el don del Espíritu Santo en esta ocasión especial.
“En primer lugar dar gracias a Dios por la inauguración de esta capilla tan necesaria para esta comunidad. Resultó significativo, además, efectuar este Sacramento como el primer acto litúrgico tras la bendición del templo”, indicó el P. Héctor Zambra.