En este último tiempo hemos estado documentándonos sobre las maneras de enfrentar el inconveniente de la disponibilidad de agua, pese a que se pueda pensar que tenemos de sobra, debido a que en este momento los embalses se encuentran con este vital elemento. Pero esa agua, es para asegurar solamente el consumo humano de los que viven hacia la costa y de las tierras que reciben vía canales, agua de ellos.
Una de las posibilidades es tomar de ejemplo, lo realizado por Holanda, los cuales tienen una experiencia de más de 900 años en la gobernanza del agua, en que con ingeniería y tecnología de punta, han logrado soluciones que hoy en día, los tiene en la avanzada en materia de gestión de agua.
Ellos, han logrado hacerle tratamiento a las aguas de lastre (usadas en la navegación marítima para estabilizar las naves), que con motivo del problema de las plantas nucleares en Japón, se preguntó sobre dichas aguas, que uno veía descargar por los barcos en la bahía de la herradura. La respuesta, era que, había un límite en alta mar, donde se descargaban las aguas cargadas en Japón y se cargaban los tanques, siendo estas últimas, las que se vaciaban en el puerto. Además han desarrollado un sistema de planificación estratégica para el desarrollo, tomando en consideración la sostenibilidad, institucionalidad, aspectos económicos, físicos y sociales.
En estos días, fue muy comentado el encuentro binacional, aprovechando “la fiesta del sol” y donde se visualiza darle cualidad marítima a Argentina. Aquí es donde debemos tener cuidado, porque para ellos, es una necesidad imperiosa y por ende nosotros, debemos también tener algunos beneficios y que mejor que nos proporcionen agua de sus lagunas naturales (planteado desde 1920 por el ovallino, don Arturo Villalón a través del Paso fronterizo La Chapetona) o den las facilidades como lo plantean los estudiosos de traer agua del Paraná por medio de tuberías, en que el especialista argentino Hermida y Felipe Sfeir, afirman que si traemos agua de esos lados, se tendrían llenos los embalses en Chile.
OCDE en el 2012, señaló que la “crisis del agua” obedece en gran medida a un problema de administración y que es la falta de gobernabilidad, administración y financiamiento lo que impide que el agua se transforme en un motor de desarrollo y de reducción de la pobreza”. De allí, que vale la pena buscar alternativas viables y coherentes con la reconversión agrícola.