InicioultimasOpiniónLa Guinda de la Torta.

La Guinda de la Torta.

La Presidenta Bachelet, a fines del mes de diciembre del año pasado, nos trató a los chilenos como “cobardes e hipócritas”. Y debo decir que me encuentro  total y absolutamente en desacuerdo con los dichos de la Mandataria. Por el contrario, creo que eso es algo que caracteriza a la minoría y como sociedad hemos demostrado en más de una oportunidad, en especial al momento de las catástrofes naturales que los chilenos tenemos un coraje inquebrantable y una solidaridad infinita; más aún, cuando el Gobierno hace agua por todos lados y su constante es no dar el ancho en ninguna de las calamidades, por lo mismo, no concuerdo con la Mandataria.

Hasta el momento, lamentablemente Bachelet ostenta el título de no haber podido manejar ninguna catástrofe bien y es aquí, precisamente en donde se nota su incompetencia personal en que cada vez que nuestro país la necesita está viajando con recursos de todos nosotros.

Pero la historia y los deseos distan mucho de la realidad, como será que llega a ser un tanto “cómico” como diferentes personas de la política se han referido a la calamidad que francamente ha sido este Gobierno; entre las declaraciones tenemos la de Tomás Jocelyn-Holt que en su cuenta de Twitter, el 30 de enero dijo que “estamos aptos para agregar al final del Padre Nuestro, … no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal… y de este Gobierno también, Amén”.

También están las declaraciones de la ex Ministra de Educación de Ricardo Lagos, Mariana Aylwin que durante una entrevista al diario La Segunda a fines de julio del 2015 y en otras entrevistas posteriores a otros medios de comunicación expresó que “el Gobierno de Bachelet, ha sido sumamente irresponsable” y que “las reformas y sobre todo el programa de Gobierno de la Nueva Mayoría era inviable aún sin las crisis económica y política”; otra frase “para el bronce” de la ex Ministra, es la que emitió en el mes de agosto del año pasado por la Prensa Austral, al decir “creo que un segundo Gobierno de este estilo es un desastre para el país” o las que dio en la última edición del programa de discusión política “En Buen Chileno” en el mes de noviembre del año pasado, donde nuevamente criticó las reformas del Gobierno al decir, “lo que queremos son reformas bien hechas, que tengan que ver con un diagnóstico de la realidad y no de la ideología, queremos reformas que respeten, por ejemplo el aporte privado en la educación…”.

O las declaraciones del ex presidente de la DC, Ignacio Walker, que frente al creciente rechazo de la popularidad de la Mandataria, prefirió restarse y seguir dándole su apoyo como venía haciéndolo por un tema como dice él de lealtad y buena fe. Las declaraciones que emitió con respecto a que él no había firmado ni suscrito ningún programa y que había dicho que sí y que lo hacía como propio también era un mero acto de lealtad hacia la Presidenta, pero aquí, no sólo erró en quitarle el “piso” después de habérselo pavimentado fabulosamente a la candidata de ese entonces para que llegara nuevamente al Palacio de La Moneda; sino que además, dejó ver que él responde a lealtades políticas, “compadrismos” y no a la que realmente se debe que es la lealtad a sus electores, los que confiaron en que las cosas se hicieran en honor a la verdad y a la justica y no a favor de los “compadrismo”, intereses o aspiraciones netamente personales.

La Presidenta, debiese no sólo preocuparse sino ocuparse, al ver que se llegó tal punto en que sus propios congéneres, los que la ayudaron a estar donde hoy está, concuerdan con la actual oposición… en su lugar (además de haber hecho las cosas totalmente distintas) me ocuparía seriamente.

Sólo resta en estos difíciles momentos que está pasando nuestra Región y especialmente nuestra Provincia del Limarí, el esperar que las autoridades estén a la altura de las necesidades y ahora, ¡ya! se decrete zona de catástrofe en las comunas afectadas, entre ellas toda la Provincia del Limarí, cómo ya fue solicitado  por el Diputado Sergio Gahona, esto es lo que debe hacer una autoridad, no sólo preocuparse, sino que ocuparse.

Susana Verdugo Baraona.  

OvalleHoy.cl