Señor Director:
En un viaje relámpago que realicé a la hermosa ciudad de Ovalle la cual siempre está entre mi más preciado recuerdo por lo que viví en mi infancia y luego en mi juventud, lo primero que hice fue pasar por la medialuna a saludar a dos personas que creo son verdaderos artífices de ser el fiel reflejo de lo que ha ido dando vida a esa ciudad con su trabajo tan sacrificado en los cuales han dedicado gran parte de su vida. Estoy hablando de Sergio y Quina.
A pasar los años ellos han deleitado a muchas generaciones en los diferentes restaurantes o clubes, por recordar algunos Oasis, Club Social, el Palmeiras y hoy en la Medialuna aunque hay algunos que no recuerdo su nombres pero ellos han pasado gran parte de su vida entregándose por entero por desarrollar su trabajo.
A veces nos cuesta reconocer lo hecho por personas anónimas pero es bueno como me decían recordar en vida; hay que dárselo a conocer ya que es bien merecido escribirlo para que sea ejemplo para muchos otros y un verdadero regalo para su vida ya que muchas veces dejamos estos sentimientos cuando las personas ya no están a nuestro lado.
Sin olvidar a su hermosa familia que fueron construyendo a lo largo de los años con sus hijos Sergio, Mario, Mónica, Alejandro, Rosa María, Mauricio aunque años atrás sufrieron la pérdida de su hijo mayor, con los cuales ellos se esmeraron por darle lo mejor de sí, su sacrificio de trabajar los siete días de semana teniendo poco descanso solo esforzándose hasta el día de hoy por darse por entero por ellos.
Lo digo porque siempre los vi en ese sacrificado esfuerzo. Como no olvidar esos viajes a la pampilla, a Guanaqueros en los cuales fui invitado a disfrutar esos hermosos veranos donde compartí como uno más de esa familia siempre. Darle infinitas gracias a Dios por esos veranos que fueron para mi inolvidables, pero como quiero destacar a esta hermosa pareja ellos solo iban por los fines de semana ya que su trabajo eran su fuente principal.
Al verlos ese día en la Medialuna sin querer sentí emoción ya que a esa edad muchos están disfrutando el descanso tan necesario, pero ellos siguen ahí dando lo mejor con sus ricos almuerzos, comidas y entregando su servicio. Cuanta gente ha pasado por esos lugares y han visto a Sergio y Quina esmerándose por dar una atención personalizada y, sin querer, sus hijos también han aprendido este noble oficio y lo han podido desarrollar.
Al ir escribiendo este homenaje me acordé de un poema de Mario Benedetti que refleja un poco lo que son esta pareja. Sólo señalaré algunos que se ajustan mucho a la vida, ya que muchas personas pasaron por sus restaurant algunos duraron años que trabajaron codo a codo con ellos.
Ud, saben
que pueden contar conmigo,
ni poco ni mucho,
sino siempre
pueden contar conmigo.
O si una lágrima observan,
se me escapa sin brillo
no se asusten amigos.
Más que nunca,
pueden contar conmigo.
Pero,
hagamos un trato:
Yo quisiera contar con ustedes
es tan lindo saber que ustedes existen…
Y cuando digo contar,
no pido ni poco ni mucho,
ni tampoco que acudan presurosos
en mi auxilio.
Si no que lo que quiero es saber a ciencia cierta
que ustedes están seguros que pueden
contar conmigo.
En este hermoso poema están reflejadas lo que han sido en la vida Sergio y Quina en sus hijos, nietos, familiares y amigos solo resta dar gracias a Dios por ellos que siempre los proteja y los llene de bendiciones.
La vida es una oportunidad, tómala, la vida es belleza admírala, la vida es un deber asúmelo, la vida es preciosa tómale sentido, la vida es felicidad, merécela, la vida es la vida, defiéndela.
Con mucho afecto y cariño.
Hugo Ramírez Cordova.