Señor Director
Con gran alegría he leído la carta del Profesor Oro sobre los cuestionados ruidos molestos, dado que me ha permitido dirigirme a Uds. para manifestar la molestia de muchos vecinos por esta misma situación y que no sabemos donde dirigirnos para presentar una denuncia que termine con nuestro calvario, que no es reciente, sino de varios años ya y que nadie se ha atrevido a alzar la voz para reclamar por los derechos que como ciudadanos tenemos.
Las personas soñamos con obtener una vivienda propia como residencia para toda la vida y vivir tranquilo, en paz y armonía con los nuevos vecinos que el destino nos depare. Esto ocurrió, gracias a Dios, por un buen tiempo. Pero hace ya algunos años los vecinos de los pasajes Salala y Pachingo, en la Villa El Ingenio, con la llegada de dos nuevos vecinos que poseen camiones petroleros ( dos y uno respectivamente) donde el primero, varios días a la semana, por no decir todos( no se respeta ni sábado,ni domingo) hace partir sus motores a eso de las cinco de la mañana y fracción, donde sus vecinos más cercanos ven interrumpidos su sueños, sus horas de descanso, su derecho a vivir como corresponde( no se respeta ningún rango etáreo ) por los ruidos molestos que ocasiona un motor que se calienta entre 20 y 30 minutos y a lo que se agrega la polución del dióxido de carbono del que todos sabemos que es un agente cancerígeno de gran magnitud.
Esta situación se repite al regreso de los vehículos (quedan con su motor encendido por otros 20 minutos o más, yo no sé para qué).
Se supone que vivimos en un barrio residencial diseñado con pasajes en la que no está permitida la entrada de este tipo de vehículos de gran tonelaje.
Espero, Sr. Director esta carta tenga eco y que se nos ayude en la solución de este gran problema que forma parte de nuestro vulnerado diario vivir.
Antonio G.
