Al ex Presidente Ricardo Lagos lo conocía desde hacía bastante tiempo, ya sea a través de la prensa, o por amigos y familiares que habían vivido con él la represión de la dictadura o el exilio.
Pero nunca había tenido la oportunidad de conversar con él, o como periodista estar en una conferencia de prensa en sus visitas a Ovalle.
La fotografía que ilustra esta página corresponde a esa primera vez, y aunque no recuerdo la fecha debería ser de 1999, cuando hacía la campaña para la Presidencia de la República o en una fase previa.
En esa oportunidad me llamaron desde el PPD local para invitarme a una reunión con el candidato en la sala de sesiones de la Municipalidad de Ovalle.
En esa época yo trabajaba para El Mercurio de Santiago y ese día, como cada mañana, llamé a Santiago para solicitar instrucciones a mi editor, José Tomás Reveco, para la pauta diaria. Cuando le mencioné de la visita del dirigente político me refirió a unas declaraciones suyas realizadas al mismo diario en la edición dominical anterior, que eran absolutamente contrarias a lo que había señalado en el mismo diario un año antes. ¿Porqué ese cambio?, era la pregunta.
La presencia de Lagos para cualquier periodista es intimidante. Era imposible no recordar cuando un poco más de diez años antes, en el programa político “De cara al país” de Canal 13, miró a la cámara y levantó su índice para decir directamente a todos los televidentes 8 y al dictador : “Usted, general Pinochet no ha sido claro con el país […] “.
Después de escuchar las preguntas que hacen mis colegas, al tocarme intervenir, abro el diario y leo sus declaraciones. “¿Por qué entonces el año pasado usted opinaba exactamente lo contrario?”. Y leo sus declaraciones de entonces.
Me mira fijamente y observo como se le erizan los cabellos, y muestra una expresión entre molesta y sorprendida. Eso mientras los dirigentes locales del PPD que lo acompañaban, se ponían pálidos de preocupación.
Dejando de lado la diplomacia, él responde al más puro estilo que le haría conocido y respetado en el futuro. Habla fuerte y cada cierto tiempo golpea la mesa con la palma de su mano derecha.
Mi pregunta sirvió, sin embargo, para que se rompiera el hielo y los restantes comunicadores lo comenzaran a bombardear con consultas cada vez más directas y duras.
Cuando se marchó, después de acompañarlo hasta el automóvil en el que se desplazaba, se me aproximó uno de los dirigentes locales del partido y me comentó que Lagos, más que molesto, estaba sorprendido porque no esperaba encontrar en Ovalle preguntas tan directas del periodismo local.
“Son jodidos los periodistas acá ¿no?“, habría sido su comentario antes de subir al auto.
Cuando reviso antiguas fotografías encuentro esta en la que, además de Ricardo Lagos, aparecen rostros conocidos (como Rodrigo Iribarren,) y otros que pertenecen a un pasado querible, como el siempre recordado del doctor Dagoberto Cortés.
Y quise compartirla con los lectores.
M.B.I.
