El conductor de un taxi colectivo nos aborda en la calle para felicitarnos por una nota aparecida hace unos días en relación al funcionamiento de algunos semáforos de la Alameda con periodos de tiempo tan prolongados que los peatones que esperan el cambio de luz, se lanzan a la calle delante de los automóviles con riesgo para su seguridad.
Nuestro interlocutor coincide con eso pero además nos señala que no solo ese es el problema existente con un nuevo sistema de semáforo que desde su instalación hace unos meses ha venido funcionando igual ( o peor) que el antiguo. “Nos han dado un montón de explicaciones, pero ninguna nos convence”, afirma.
El problema principal sin embargo – en su opinión – es la ausencia de alrededor de siete semáforos en distintos sectores del centro, que o no están funcionando o han sido destruidos por automovilistas sin que hubieren sido repuestos.
“Por ejemplo uno en Aristía, frente al L-1 (esquina de Libertad), uno frente al Hospital, otro frente al Banco Santander, uno frente la Farmacia Cruz Verde, y el más antiguo de todos, el de calle Libertad frente a la parroquia. ¿Se acuerda cuando un automóvil chocó y botó también el poste con la cámara? Desde el 24 de diciembre que no lo reponen”, agrega.
M.B.I.