Se registran pérdidas millonarias en sus cultivos. Las heladas no tuvieron clemencia quemando las plantaciones.
Este mes comenzaría la cosecha de pepinos de fruta, pimentones o morrones y zapallos italianos en el valle del sector Progreso a 45 minutos al este de Ovalle. Sin embargo entre las plantaciones se podía contemplar un escenario desolador. Los árboles frutales muriendo lentamente debido a varias noches con heladas que llegaron a los cuatro grados bajo cero, destruyendo por completo las hojas de las plantas. El color verde de las hojas es ahora negro, literalmente.
Los frutos cuelgan de la mata sin futuro, al no contar con hojas la planta morirá y los frutos en ella no crecerán más. Pronto comenzarán a pudrirse sin haber madurado.
“Yo acá tengo cerca de 70 hectáreas sembradas con 100% de pérdida.” Señala Horacio Rojas. El agricultor literalmente vive de la siembra, cosecha y venta. Esta temporada perdió totalmente la inversión en dinero y el trabajo previo, que como se sabe en el campo es duro.
58 productores de Los Olivos, Progreso, Santa cristina, Cerrillos Pobres están agrupados en un servicio de asistencia técnica (SAT). En total esta agrupación cuenta en daños 174 hectáreas afectadas de 40 productores con una pérdida de 900 millones de pesos.
Los agricultores muchas veces deben endeudarse para invertir en la tierra que trabajan. Hoy, con toda la producción perdida sólo esperan lo que tengan que decir los seguros contratados y las instituciones públicas.
“Necesitamos que se nos ayude como se ayuda en caso de un terremoto o inundación. Acá perdimos todo, es como si hubiera caído una bomba.” Cuenta Horacio.
Seguros, instituciones y el coraje del campo
Algunos agricultores ya han vivido las inclemencias del clima. Las heladas, inundaciones o la sequía. Contratar un seguro más que una precaución es hoy en día una herramienta de negocios de gran valor.El trámite que requiere que una aseguradora entregue dinero es engorroso y entre resquicios legales puede finalmente no favorecer al afectado, como pasó en heladas registradas en 2016 en la misma zona.
Por otra parte INDAP, organismo público, generalmente en estos casos recurre a bonos de emergencia que alivian poco y nada la gran pérdida económica. Además de asesorías y reuniones de trabajo, compromisos y planificaciones que esta vez deberán tomar en cuenta este tipo de emergencia.
En el análisis, la prevención de estas situaciones pareciera fundamental. Es posible mitigar las heladas con algunos tratamientos o equipos especiales, como mantas térmicas por dar un ejemplo. En el caso de estos agricultores si bien se enteraron de la alerta por heladas jamás imaginaron que la temperatura llegaría a las -4°.
“Ellos (INDAP) cuentan con los equipamientos y la información. Pudimos haber sido prevenidos de la helada para tomar medidas como algún tipo de aislante térmico. Pero nunca supimos nada y tampoco se trabajó en prevención de ningún tipo. La ayuda va a llegar ahora cuando está todo perdido” señala Horacio Rojas.
Agricultores esperan lo que tengan que decir las instituciones involucradas para intentar levantarse ante esta tragedia. Sin embargo, es su propio ímpetu el que los mantiene de pie. No habrá cosechas esta temporada, al menos hasta septiembre.
Ahora los trabajadores del campo rescatarán aquello que se pueda y botarán toneladas de fruta verde y hojas negras de plantas irónicamente quemadas con frío.
Por: Ignacio Zuleta.
Periodista.