Tras conmemorarse ayer el Día Internacional del Detenido Desaparecido, el columnista de OvalleHOY.cl, K Ardiles Irarrázabal, abarca esta herida abierta de la sociedad chilena.
Imaginen un país de miedo. Imaginen un lugar donde se odie a quien pueda pensar diferente. Imaginen a su hijo o su hija de unos veinte años. Imaginen que lo/a detiene por pensar diferente. Imaginen que ustedes padres y madres, saben dónde está detenido(a).
Imaginen que no los dejan ver porque hay una ley marcial. Imaginen que hacen todo lo posible para que les permitan visitarlos/as, pero les niegan sistemáticamente esa oportunidad. Imaginen que sólo saben que su hijo o hija será trasladado/a a otra ciudad, a otra cárcel.
Imaginen que antes del traslado, milagrosamente alcanzan a decirle ¡Todo saldrá bien, ya verás que todo se va a arreglar! Imaginen que ese hijo o esa hija les mira con ternura, con miedo, con dolor. Imaginen que tiempo después, a pesar de sus esfuerzos por verlos, se les niega una y mil veces esa posibilidad.
Imaginen que alguien les dice que a su hijo/a los van a torturar, que les pondrán electricidad en los genitales, que los ahogarán en un balde lleno de mierda, que les meterán ratones por la vagina o el ano, que les dispararán cuarenta veces, que los violarán una, dos, tres, cinco, diez veces. Imaginen su propio sufrimiento. Imaginen que todos los días acuden a los tribunales para intentar sacar a sus hijos e hijas de ese infierno.
Imaginen que cada vez les niegan poder verlos o al menos saber si están bien. Imaginen que fue tanta la tortura, que a su hijo o hija los mataron, los descuartizaron, los quemaron o los arrojaron al mar profundo. Imaginen que usted papá, usted mamá, no lo saben. Imaginen que pasan las semanas, que pasan los meses…que pasan los años y su hijo o hija no aparece.
Imaginen que quienes dieron la orden y quienes los asesinaron, descuartizaron e hicieron desaparecer para siempre a su hijo o hija están libres, con una jubilación soñada, impunes, con la “conciencia tranquila” por la orden cumplida.
Imaginen que algunos de esos responsables fueron condenados por lesa humanidad, pero que están en cárceles VIP, con piscina y todo, recibiendo igual los beneficios del retiro. Imaginen que muchos de aquellos que no participaron de esos crímenes pero que los apoyaron y aun justifican y aprecian las desapariciones hoy nos gobiernan, están anclados en el parlamento, trabajan en ministerios, alcaldías, gobernaciones, servicios públicos, etc.
Imaginen que ustedes padres y madres ya son viejos, están a punto de partir y a esos hijos y a esas hijas nunca, nunca, nunca más los volvieron a ver, que nunca, jamás, aparecerán…Imaginen que todo eso no es imaginación. Es verdad.
Ayer, 30 de Agosto fue el Día Internacional del Detenido Desaparecido. Preservar la memoria histórica y reconocer a las víctimas y sus familiares.
¡JUSTICIA AHORA! NO A LA IMPUNIDAD. NO A LAS CARCELES VIP.
NO AL OLVIDO.
K Ardiles Irarrázabal