El escenario es cada vez más complejo para quienes se dedican a la actividad en la provincia de Limarí. La Sociedad Agrícola del Norte entregó un duro informe a las autoridades.
“Yo creo que lo más grave va a a ser el tema laboral a partir de febrero va a ser crítica, pues los paltos y cítricos, que significan trabajo de invierno, ya no están. Teníamos 40 hectáreas plantadas con uva de exportación y ahora sólo tengo 28, las otras 22 tuvimos que dejarlas porque el agua no nos alcanza para regar. Acá deben haber soluciones concretas. Y nos preocupa el tema de poder pagarle a los bancos o prorrogar las deudas, eso es lo principal”.
El testimonio es de Luis Prohens, agricultor de Chañaral Alto, que como tantos otros de la provincia y la región están preocupados por la grave escasez hñídrica que golea desde hace 11 años a la zona.
Ayer viernes se desarrolló una reunión en la sede provincial de Gobierno, donde más de un centenar de agricultores pudieron plantear sus dudas e inquietudes a las autoridades y donde la Sociedad Agrícola del Norte entregó un informe sobre situación hídrica regional, cuyas cifras revelan la compleja situación que enfrenta la región de Coquimbo en el punto más crítico de escasez hídrica en las últimas cinco décadas.
Entre las autoridades presentes en la jornada se encontraban el senador Jorge Pizarro, los diputados Luis Lemus y Jorge Insunza, el gobernador del Limarí Cristian Herrera, los seremis de Agricultura y Desarrollo Social y los alcaldes de Río Hurtado y Ovalle, entre otras autoridades.
El conocido agricultor ovallino Alfonso Artigues, que tiene predios en Chañaral Alto, Recoleta y Sotaquí señaló que la situación “es un desastre, perdimos el 80 por ciento de la producción en el predio de arriba (Monte Patria, ndr). De 400 mil cajas que saqué el año pasado, este año solo sacamos 50 mil. El problema llega a todo nivel. Mucho se habla de los (agricultores ) chicos, que tienen la razón porque esa gente no tienen que comer y tienen que llevarles agua para beber, pero el problema es bastante más grave”.
Artigues remarcó que “el país no sabe que esta es una situación dramática y los planes que se están presentando por parte de la SAN son perfectos, pero tiene que hacerse todo a la vez” y manifestó que “hay que traer agua de otras partes, en Estados Unidos se hace, en todos los países desarrollados se hace y si queremos ser desarrollados en la agricultura tenemos que llegar a eso. No debemos estar nunca más dependiendo de si el año es bueno, regular o malo”.
Fue crítico con al accionar del Gobierno que “no ha hecho absolutamente nada por esta zona” y agregó que “es cierto se tiene que preocupar de los (agricultores) chicos, pero al margen de eso, a nosotros nos han dejado totalmente de lado y hemos tenido cero, cero ayuda como para poder conversar con los bancos por ejemplo, porque no vamos poder pagar. Los grandes estamos endeudados. No todo lo que brilla es oro. Los grandes trabajamos con créditos grandes así que la situación es realmente dramática”.
Reacciones
María Inés Figari, presidenta de Sociedad Agrícola del Norte expresó que “realmente no me imaginé nunca que íbamos a tener tanto apoyo de los políticos. Hoy sus palabras pusieron la firma comprometida para que el trabajo conjunto sea una realidad…ya no debemos pensar más, ahora hay que actuar. Como gremio necesitamos apoyo financiero que paga la mano de obra, por lo que el Estado debe tender la mano a la agricultura como lo hizo alguna vez con la banca”.
El gobernador de Limarí, Cristian Herrera señaló que “Fue una instancia valiosa poder conocer este diagnóstico y propuestas para el sector agrícola; varias de ellas están siendo abordadas en el Plan para la Escasez Hídrica del Gobierno y varias otras implican gestiones y cambios legislativos que debemos analizar en conjunto como Gobierno con los parlamentarios y todos los actores del sector privado”.
Francisco Rojas, Seremi de Agricultura explica que “Valoramos este informe y la franqueza de los agricultores que nos dan a conocer su realidad porque eso nos permite diseñar instrumentos acorde a las necesidades que existen actualmente. La región de Coquimbo gasta más agua de la que la naturaleza nos provee y ese es un tema profundo del cual debemos hacernos responsables en conjunto todos quienes habitamos esta región”.
La situación hídrica en cifras
La cantidad de agua embalsada alcanzó niveles mínimos históricos, donde en Diciembre de 2014 solo habían 88,67 millones de m3, lo que equivale a un 6,7% de la capacidad total.
De las 120.786 hectáreas bajo riego en la región, 26.518 se encuentran en la Provincia de Elqui, de las cuales se ha dejado de regar en la última temporada 10.870 hectáreas equivalentes al 40,99%.
En la Provincia de Limarí, la situación es más compleja, ya que concentra sobre el 50% del total de la superficie bajo riego de la región, correspondientes a 71.462 hectáreas, donde se han dejado de regar el 72,64% de ellas (51.913 ha), quedando en la actualidad sólo 19.549 hectáreas disponibles para cultivo. Las zonas que han dejado de regar y secar sus cultivos son los sectores de Cogotí, Huatulame, Punitaqui y Pama, ya que la dotación hídrica de esta temporada es cero.
En el valle del Choapa existían 22.806 hectáreas bajo riego. De ellas, se han dejado de regar el 44,94%, por lo que en la actualidad sólo existen 12.556 hectáreas bajo riego.
En esta temporada, la productividad en el Valle de Elqui alcanzaría en promedio un 55%, mientras que en el Limarí sólo llegaría al 20%, por su parte la Provincia de Choapa, tendría una productividad agrícola del 45%.
Algunas propuestas de los agricultores
Según el informe presentado por la Sociedad Agrícola del Norte, algunas de las medidas que se deben adoptar a corto plazo son la reprogramación de deudas, creación de un fondo especial de CORFO ante catástrofe, condonación de contribuciones e impuestos para los agricultores, concurso de la Ley de Riego con fondos destinados para la región, disminuir los costos de energía para impulsión de agua, entre otras.
A mediano plazo, se propone la creación de una carretera hídrica para trasladar recurso hídrico desde el sur del país, analizar los sectores potenciales de construcción de plantas de tratamientos de aguas residuales con el objetivo de recuperarlas e insertarlas al sistema e instalación de plantas desalinizadoras en las tres provincias para provisión de agua potable para la población.