En nuestra sociedad existen varias situaciones que muchas veces nos “espantan” el sueño, como son el desempleo, la calidad de la educación, el acceso a la salud, la delincuencia, etc. Pero en ésta oportunidad me gustaría referirme al gran flagelo que se ha instalado de una manera alarmante y vertiginosa en todo el país como es la delincuencia, que ha pasado a ser parte de nuestra vida diaria.
Todos los días escuchamos en las noticias, leemos en los diarios o nos cuenta un amigo, colega, vecino o familiar, de algún hecho delictivo que han sufrido ellos u otras personas, lo que por supuesto nos alarma pues, finalmente ninguna persona está libre de padecer una cosa así. Me llama la atención como se han producido situaciones insostenibles como encontrarse en medio de una balacera, no teniendo ni arte ni parte en la contienda, como la ocurrida en la avenida Manuel Peñafiel, según informó un medio local o bien encontrarse realizando las compras en un supermercado y ser testigo de agresiones que usuarios de ése lugar, le ocasionaron a los guardias, pudiendo incluso uno llegar a ser víctima de alguna agresión sólo por el hecho de encontrarse en ese momento allí, como el confuso incidente producido entre un guardia de seguridad y el cliente del supermercado ubicado en calle Libertad, siendo también informado por éste medio local.
Así como están las cosas, poco falta para que nuestras páginas policiales comiencen a narrar que a una persona la encañonaron para quitarles las llaves de su vehículo, que hicieron explotar o arrancaron de cuajo un cajero automático, etc. etc. Antiguamente, los ilícitos ocurrían mayoritariamente de noche, pues así la noche les servía de cobijo para cometer sus ilícitos y tener mayor probabilidades de éxito, pero ya hace años que esto dejó de ser “norma”, pues tenemos a delincuentes más osados, temerarios, sin respeto por nada ni nadie, no les importa llevarse por delante la vida de una persona y que ésta puede ser padre, madre, abuelo, abuela, hijo, hija, hermano o hermano de alguien, lo único que tienen como norte es llevar a término su fechoría.
Situación que ocurrió desgraciadamente en noviembre del año 2016, cuando a plena luz del día, 6 antisociales robaron un vehículo en el Peñón, iniciándose una persecución policial que resultó en el fallecimiento de dos valientes funcionarios de Carabineros de Chile, en la Ruta D-43 en el kilómetro 62 en las cercanías de la Cuesta Las Cardas, en el sector de Apatita.
Esperemos que éstos tiempos mejores que nos prometió el Presidente Sebastián Piñera en sus bases del programa de Gobierno del 3 de mayo del 2017, donde éste, dentro de sus cinco principales prioridades, dijo el querer hacer de Chile un país más seguro, para que pudiéramos vivir con mayor paz y seguridad. Espero que la oposición lo deje llevar a cabo este plan de Gobierno y no sigan siendo la “piedra de tope” entre que podamos recuperar nuestra tranquilidad en las calles, barrios, poblaciones, ciudades y en los espacios públicos como por ejemplo las plazas y dejen de lado de una vez por todas sus sesgos ideológicos y dejen impulsar al Presidente y su equipo de trabajo las iniciativas y acciones que dijo que llevaría a cabo si era electo y de esa manera no sólo mejore nuestra percepción de la delincuencia, sino que mejore realmente la seguridad de todas las familias.
Susana Verdugo Baraona.
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