Después de más de un siglo de tradición, la cervecería artesanal chilena vive una época de auge, con productores que se destacan por su calidad y obtienen el reconocimiento internacional, como es el caso de productores locales como la ovallina Atrapaniebla, elaborada con agua de niebla de la comunidad agrícola Peña Blanca, que se luciera en la Expo Milán enganchando al público consumidor y a los medios de comunicación.
Así, la cerveza chilena en la actualidad vive un enorme éxito no solo en el mercado local, sino también en el mercado de exportación, gracias al emprendimiento de los maestros cerveceros que han decidido inyectar nuevas ideas y procesos en la elaboración de esta clásica bebida.
A la hora de apreciar un buen schop, el primer paso es partir por comprender las diferencias que existen entre los tipos de cerveza artesanal: desde el grado de fermentación, los matices de aroma y de gusto, el grado alcohólico y la complejidad del sabor, existe una enorme gama de alternativas que hoy día es fácil encontrar en las cervezas artesanales que se encuentran disponibles en el mercado, asegurando la posibilidad de encontrar al menos una variedad para el gusto de cada consumidor.
Pilsen: Por el lado de las lager, las cervezas más comunes en la actualidad, encontramos la variedad más conocida, la Pilsen. Este estilo de cerveza es el más elaborado en todo el globo, y se caracteriza por su contenido alcohólico bajo (por debajo de 5,5%), su sabor suave y fresco y su color rubio dorado.
Bock: Sin embargo, no todas las lager son pilsen. Un ejemplo de una lager con más cuerpo y sabor fuerte -y un contenido más alto de alcohol, en torno al 6%- es la Bock, cuyo color puede ir del ámbar al café oscuro. La Bock fue creada en la ciudad de Einbeck, en Alemania, durante el siglo XIV. Las cervezas de esta ciudad fueron muy populares en toda Europa durante la Edad Media, y esta bebida en particular -de sabor más delicado que la cerveza promedio- se popularizó cuando los cerveceros de Munich decidieron aprender a elaborarla, en torno a principios del siglo XV.
Pale Ale: Por otra parte, dentro de la categoría de las cervezas ale hay una amplia gama de opciones. En primer lugar encontramos las llamadas “pale ale”, o ales pálidas, denominadas así por su color, típicamente más claro que otras cervezas de la misma familia. Es posible encontrar pale ales en una amplia variedad de sabores y de intensidades, y no debe confundirse con las llamadas IPA (por las siglas en inglés de India Pale Ale), que poseen mucha mayor cantidad de lúpulo y de malta y en consecuencia presentan un sabor mucho más intenso y amargo. Las IPA son una de las cervezas más populares en este momento, siendo que más de 1500 cervecerías la producen en la actualidad. En Chile podemos encontrar ejemplos como la Austral Patagonia Pale Ale, con un color rojo cobrizo y un olor a caramelo y naranjas.
Porter: Otra cerveza ale que podemos destacar es la Porter, que se encuentran en el extremo de color más oscuro y son elaboradas con malta tostada, lo cual les da un sabor muy intenso, fuerte y amargo, con notas de chocolate. Muchas de las cervecerías artesanales chilenas producen esta bebida, como es el caso de Edelstoff, cuya Porter presenta notas de café tostado y licor de oporto.
Stout: La Stout es una cerveza fuerte, oscura y con cuerpo, de alto contenido alcohólico y en la cual es posible encontrar una amplia variedad de notas de sabor, pudiendo tener matices de café, de chocolate, o incluso de ostras.
Así, Chile continúa con su tradición de producción de cervezas artesanales de calidad, insertándose en tendencias de incorporar nuevos sabores y estilos para continuar sorprendiendo y enganchando a los consumidores.