Esta semana la Gobernación del Limarí dio la bienvenida a la nueva máxima autoridad de la Provincia, don Iván Espinoza Bardavid, quien por muchos años se ha dedicado al servicio público, de manera real, efectiva y eficiente.
Ha sido un verdadero puente entre las necesidades de la comunidad con las autoridades, sirviendo a éstas y no sirviéndose de éstas como hacen algunos que han de llamarse servidores públicos.
La Provincia ha ganado un gran Gobernador, que no le es ajena pues anteriormente él fue Seremi de Gobierno durante el primer mandato del Presidente Piñera y posteriormente, hasta hace algunos días, se desempeñó como director de Control de la Municipalidad de Río Hurtado, lo que le ha permitido empaparse con las verdaderas necesidades de la comunidad y generar lazos con los diferentes ediles comunales que le permitirá desarrollar de mejor manera su cargo.
La humildad del nuevo Gobernador se puede apreciar en las palabras que expresó en la prensa local al decir que “no concibo el servicio público sin los alcaldes y sin las personas que son representantes de la comunidad, son clave, el trabajo debe ser en conjunto. Porque evidentemente los recursos son limitados, debemos priorizar, ponernos de acuerdo y en conjunto, adoptar las decisiones y soluciones de cara a cada problema”.
Lo expresado por el actual Gobernador, son las palabras de un líder, más que de un jefe; pues si bien es cierto, el jefe es una autoridad que es impuesta y tiene el poder de mandar a otros y el líder es aquel que no teniendo dicho poder es capaz de conglomerar masas, dirigirlas y motivarlas sin la necesidad de tener la autoridad para hacerlo, no es menos cierto que el liderazgo es una capacidad que no todas las personas tiene, por lo que no todos pueden ser líderes. Pero en éste caso puntual creo que el Gobernador tiene “pasta” de líder.
Su liderazgo ha quedado de manifiesto en su vasta carrera funcionaria y también en la forma en que se refiere al trabajo en equipo, pues en el mismo medio de comunicación local éste expresó y reiteró que trabajará codo a codo con todas las autoridades, partiendo por los alcaldes, con las instituciones y organizaciones sociales de la Provincia sin distinción y todo para aspirar al bien común, sin interesarle como servidor público los colores políticos.
El actual Gobernador será una gran autoridad para nuestra comunidad, liderando el desarrollo de nuestra provincia, y estoy segura que será más que un “jefe”, ya que en su vasto curriculum ha demostrado que es capaz de promover la acción, alimenta el espíritu de equipo, escucha las opiniones de los demás antes de hablar, orienta, aconseja, guía para mejorar en conjunto, inspira, inyecta energía al equipo, conoce ésta palabra “equipo”, sabe lo que es, lo valora, promueve y respeta, es comprometido, se preocupa de las personas y las incluye, compartiendo con ellas el éxito y traspiés.
Por lo que en definitiva es mucho mejor tener un líder que tener a un jefe, al fin y al cabo para poder conocer las verdaderas necesidades de la comunidad se necesita alguien en terreno, que escuche, que esté en sintonía con su equipo, que haga las cosas en aras del bien común y sobre todo porque es mejor inspirar y servir que mandar y ser servido. Sé que él lo hará bien, porque tiene la experiencia en el servicio público y las ganas de contribuir a la comunidad y al país razón por lo cual fui a visitarlo como ex Gobernadora del Limarí para saludarle y desearle mucho éxito en su gestión ya que ello va en directo beneficio para todos los habitantes de la Provincia y el país.
Susana Verdugo Baraona
