En nuestro sistema educativo las recientes teorías pedagógicas nos instan a utilizar nuevas metodologías en nuestras prácticas en el aula en donde el tema de la inclusión y la diversidad deben estar presentes, tal es el caso del DUA (Diseño universal del aprendizaje).
Esta nueva perspectiva nace como una respuesta considerando que todos los estudiantes, independiente de sus características personales, físicas e intelectuales, deben tener las mismas oportunidades de aprendizajes significativos y desafiantes en un mismo entorno. Este enfoque nos hace cambiar de paradigma, pues cada persona es distinta y apela por su derecho a aprender tomando en cuenta sus condiciones individuales. En este sentido los y las docentes debemos revisar nuestras prácticas y replantear nuestra mirada tomando en cuenta el título del artículo. El DUA como premisa general nos dice que debemos planificar y ejecutar nuestras clases tomando en cuenta la amplia gama de estudiantes que tenemos, flexibilizando el currículo y que las adecuaciones en la representación del contenido y/o actividad sean mínimas, Para ello debemos conocer y tomar en cuenta:
- La persona y su calidad de vida.
- Espacio y ambiente adecuado y óptimo para que se genere el proceso enseñanza – aprendizaje.
- Utilización de diversos recursos educativos para que las múltiples formas de representación, de acción- expresión e implicación de nuestros y nuestras estudiantes sea efectivo.
- Tiempo para la planificación de la enseñanza.
- Pasión por el trabajo docente.
Al describir este método parece ser una tarea titánica porque no depende sólo del profesor, estudiante o director. Este trabajo es sistémico, es decir, el estado debe garantizar que las condiciones sean favorables para tener resultados exitosos, para ello deben estar en sintonía los Municipios, las Corporaciones, los Centros Educacionales, los Centros de Salud, los Centros Culturales y Recreativos, las empresas… y para qué, para mejorar la calidad de vida y entregar aprendizajes significativos a nuestros y nuestras estudiantes.
En Chile la educación obligatoria no toma más de un 15 por ciento de nuestra edad promedio de vida, que según la OMS supera los 80 años, después de los 14 años de escolaridad obligatoria, ¿qué pasa con la inclusión y la diversidad? No todas las personas con algún tipo de discapacidad logran cumplir con los años de escolaridad, el acoso escolar, la discriminación y la vulnerabilidad socioeconómica puede influir en ello, sin embargo, hay que pensar en el ámbito social, familiar y laboral que corresponde a gran parte de nuestra vida. En este contexto, ¿Chile está preparado para ser un país inclusivo y garantizar la diversidad? Tomemos en cuenta el principio general del DUA: planificar y ejecutar para la diversidad y hacer las menos adecuaciones posibles en su representación. Repasemos y responda a algunas preguntas:
- ¿Tenemos calles aptas para que personas en silla de ruedas se desplacen sin dificultad?
- ¿Los edificios tienen las vías de acceso normadas para personas con distintos tipos de discapacidad?
- ¿Los semáforos tienen sistemas de audio que alertan sus cambios?
- ¿Los autobuses tienen plataformas y pasillos aptos, iluminación de zona de acceso para permitir el paso de personas en silla de ruedas o muletas u otro tipo de discapacidad?
- ¿Las calles y avenidas cumplen con la normativa para personas con discapacidad y movilidad reducida?
- ¿Los servicios públicos y privados tienen personal que se comunique en lenguaje de señas?
- ¿Los libros, en especial, los textos de estudiantes tiene una configuración y tipografía distinta para personas con discapacidad visual o auditiva?
De seguro le sorprendió la respuesta.
La ley de inclusión laboral de Chile, n 21.015 tiene por finalidad promover una inclusión laboral eficaz de las personas con discapacidad, tanto en el ámbito público y privado, sólo reserva el uno por ciento de la dotación total de cien trabajadores o más que posea la empresa o entidad. ¿Cómo se está ejecutando en nuestro país? ¿Hay avances?
Según datos de Autismo Europa, Las personas con autismo tienen mayores dificultades de encontrar trabajo en comparación con personas con otro tipo de discapacidades o simplemente están desempleados, y ya, al encontrar trabajo son excelentes trabajadores, responsables, puntuales y ordenados.
Las personas con TEA pueden trabajar en compañías tecnológicas, supermercados, fotocopiadoras, tiendas de ropa, tareas repetitivas, reponedores, empresas cosméticas. Si usted llega a tener a uno de estos trabajadores, tendrá a una persona eficaz y responsable, sólo debe educarse y educar al resto de sus trabajadores para que conozcan las particularidades de esa persona para que su inserción sea progresiva y eficaz. Seguro estaría muy satisfecho de su nueva contratación.
En conclusión, debemos estar insertos en las nuevas políticas públicas, en especial aquellas referidas a educación. La discapacidad no puede ser vista como un problema sino como una oportunidad de aprendizaje y reflexión. Todos tenemos algún grado de discapacidad, le pregunto: ¿oye bien? ¿ve bien? ¿camina bien? ¿puede realizar movimientos con gran facilidad? ¿puede mantener el equilibrio? ¿comprende bien lo que lee? ¿se comunica con facilidad?… A esto me refiero…
SONIA ALEJANDRA GUERRERO.
Profesora de Estado.