Uno de los puntos altos en la XXXI Feria del Libro de Ovalle, según mi opinión, fue el “Conversatorio Medios de Prensa y actividad Política en la región de Coquimbo” realizado el viernes 22 de febrero en la Plaza de Armas.
En él participaron como panelistas Eleazar Garviso, Editor de Diario El Día de La Serena, Gabriel Canihuante, periodista, docente de educación superior y escritor, y Horacio Pinto, director de la revista Vida Magazine, de La Serena, quienes durante alrededor de una hora debatieron en torno al tema de la práctica del periodismo en la región.
En la oportunidad Eleazar Garviso, que tiene a su haber varios libros de corte político, entre ellos sobre el ex Intendente Renán Fuentealba Moena, el ex alcalde de Coquimbo y diputado Pedro Velásquez y , ahora, otro sobre Roberto Jacob, actual alcalde de La Serena, se refirió a las dificultades que tiene el periodismo regional para hacer periodismo político de opinión o investigación por la presión que realiza el mundo político sobre los medios de comunicación. A los políticos, incluidas las autoridades, les incomoda que se haga análisis objetivo de su labor. Por lo general, este obstáculo es soslayado por los periodistas mediante entrevistas aunque aún así una vez realizada la entrevista estos continúan presionando para evitar que sean incluidas aquellas preguntas (y respuestas) que no les favorecen. Incluso ante el mismo medio.
Esta presión hace que los profesionales, señalaron algunos de los panelistas, suelan autocensurarse, aunque el profesor Canihuante precisó que él suele recomendar a sus alumnos de periodismo que no se autocensuren, sino que cumplan con su trabajo al confeccionar sus notas y entrevistas, dejando la tarea de “censura” al editor respectivo, de acuerdo a las líneas editoriales del medio.
Horacio Pinto en tanto reflexionó si en verdad los poderosos son los políticos o quienes financian a estos (los empresarios) y que, en definitiva, son los mismos que aportan económica a los medios de comunicación regionales. Los dardos en especial apuntaron en este caso a grandes empresas mineras que para morigerar las publicaciones en zonas conflictivas (por ejemplo en Choapa) hacen aportes sustantivos a los medios.
Pinto asimismo cuestionó el uso indiscriminado que, en su opinión, hacen algunos medios de comunicación de los comunicados que envían tanto del sector público como privado para informar de sus actividades, a menudo sin filtros y utilizando sin vergüenza el “copy paste”, en lugar de privilegiar el trabajo de calle o la investigación. Garvizo sin embargo, si bien aceptó que algunos medios practican el “copy paste” y el uso de comunicados oficiales, afirmó que es muy distinta la realidad de los diarios , con diversidad de temas y secciones y con la necesidad de informar «ahora-ya» , que la de revistas o publicaciones que circulan semanal o mensualmente .
También surgieron temas como la creciente competencia para informar que tienen en la actualidad los medios tradicionales escritos, no solo con la mayor inmediatez de las radioemisoras, sino en especial con las redes sociales que suelen estar entregando informaciones (accidentes, deporte, espectáculo, etc) casi de inmediato desde el mismo lugar de los hechos, información levantada por un vecino con la cámara de un teléfono celular.
En relación a esto último, Horacio Pinto apostilló que en la actualidad el medio que no tiene dos o mas plataformas informativas, está condenado a desaparecer.
Lo cierto es que fue una conversación, por el momento con opiniones contrapuestas entre algunos de los profesionales, que hubiera merecido una mayor cantidad de público, aunque fue en especial decepcionante la ausencia entre el público de periodistas locales.
Mario Banic Illanes
