InicioultimasOpiniónCreer en la ciencia también constituye un acto de fe.

Creer en la ciencia también constituye un acto de fe.

En las distintas religiones existieron hombres que aseguraron haber sido comisionados por dios para difundir su verdad, y hubo millares que creyeron sin haber visto por ellos mismos a ese dios; de igual manera confiamos en las verdades que afirman los científicos, pese a que la inmensa mayoría de nosotros jamás podrá constatar de manera empírica, o a lo menos entender, sus avances y descubrimientos.

Nos detallan eventos que suceden en lugares remotos del espacio sideral, o mecanismos biológicos desarrollados en el pasado distante, que -según nos cuentan- lograron determinar a través de instrumentos, ecuaciones o procedimientos con los cuales no estamos familiarizados.

La ciencia goza de inmejorable reputación, y por los siglos se arrogó la razón ante cuestiones a las que también la religión brindó respuestas, de manera igualmente dogmática. Ha postulado leyes que pretenden explicar los orígenes del universo y de nuestro mundo, también las complejidades del ser humano; y cuestionarlas sería una blasfemia tan condenable como es para el bando contrario cuestionar la existencia de dios.

Ahora, así como existe el ateísmo también es válido que haya escepticismo ante la ciencia, sin que esto de lugar a descalificaciones. Sin embargo, a menudo hay despliegues de gran soberbia entre quienes se adjudicaron la verdad oficial. Muchos médicos, por ejemplo, miran con desdén las prácticas medicinales ancestrales. Se horrorizan con el sacrificio de una gallina en los rituales antiguos, y en cambio normalizan sacrificar órganos o miembros de sus pacientes, simplemente porque es un método aceptable dentro de su disciplina.

En ningún caso me atrevería a objetar la ciencia, sólo apunto al hecho de que, al igual que en la religión, confiamos en lo que otros dicen que es la verdad. Si no lo podemos corroborar por nosotros mismos y creemos a ciegas, es fe.

Patricia Badilla

Escritora

OvalleHoy.cl