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Al pueblo se le violenta todos los días

Solo la lucha de la gente común ha sustentado y  construido los pocos beneficios que el pueblo tiene. Es cosa de leer un poco de historia.

En cada parte del mundo, en cada rincón de la historia de la humanidad  y la nuestra  como nación, el pueblo se levanta ante los abusos del poderoso.  Hasta el mismísimo Jesús se rebeló ante los abusos. Sucedió hace poco en Francia y recién en Ecuador. Seguirá sucediendo .  Algunos/as podrán justificar o no justificar la violencia con que se protesta o  la lógica de quemar microbuses o estaciones. Algunos podrán justificar o no justificar  la violencia  hacia las personas desde quienes sustentan el poder. En seguida saldrán los “lobos con piel de oveja”  a condenar las evasiones, o la violencia con que se  ha manifestado el pueblo, y muchos incautos les creerán olvidando quiénes  son esos lobos.  Y además los medios,  las declaraciones, todo el sistema hará ver que lo ocurrido es culpa de  delincuentes, de estudiantes inescrupulosos, de gente que no quiere pagar no más, de flojos, de pobres, de “la chusma inconsciente” como dijo otrora un presidente..

Los protagonistas y beneficiarios de este sistema harán ver que la gente común es la culpable de todo, esos miles  que ganan  300 , 400 mil pesos mensuales, que pasan al menos  dos horas sobre un  bus de la Red o soportando de todo en los vagones del tren metropolitano para ir a sus trabajos .  Los jubilados  de trabajos comunes que reciben con suerte  180 mil pesos mensuales y se gastan casi 60 mil solo en costo para movilizarse. Eso es violento. Esa es la violencia  que enciende las protestas.  No son culpables, son la  víctima. Víctima de un sistema que los viola todos los días. No crean que  es sólo por  el alza del pasaje del metro. Eso es la punta del iceberg o la gota que rebasa el vaso.

Al pueblo se le violenta todos los días: en la fila eterna de los hospitales que no tienen insumos adecuados, en el precio de los medicamentos, en las colusiones nuestras de cada día, en el robo legalizado del Mercado Publico, hasta en el precio de las palomitas de maíz del cine. Ya entiendan de una vez que la gente se cansa.   En vez de sacar a los militares a las calles, o una vez que vuelvan a sus cuarteles a hacer nada,  baja los  pasajes del transporte público, saca el impuesto específico a la bencinas, regula los malditos precios de los medicamentos, has que los empresarios paguen sus impuestos y sus delitos como cualquier pobre, crea un sistema que asegure el derecho de agua equitativo y  no sólo para los ricos, baja  el sueldo a  los dioses del congreso, no suba más el precio de la luz, respeta a los pueblos originarios, vela para que no nos saqueen más los bosque, las tierras, el mar, el litio, el cobre, el agua. Preocúpate de verdad de la gente y deja de cuidar al poderoso. Todo eso socava la paciencia de las personas, de los trabajadores. Todo eso se puede hacer, es posible y lo saben,  pero no quieren porque prefieren  cuidar los intereses de los grandes corporaciones (¿han escuchado alguna declaración  de  esos otros? . Nada. Les afecta nada y seguro seguirán llenado sus cajas fuertes  con todo esto ) es vez de dar soluciones reales a las personas. Y quienes más sufren con todo esto, es la misma gente.

Estarán viendo las noticias. Pero también lean. Los pueblos, cuando ya no dan más, reaccionan.  La historia está repleta de estas circunstancias, se repite y repetirá una y otra vez pues defenderte de los abusos del poderoso está en la naturaleza más intrínseca del ser humano. Esa es nuestra propia historia como humanidad.  

Carlos Ardiles irarrazabal

OvalleHoy.cl