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Dos cortometrajes de la región de Coquimbo se la juegan por llegar al «Oscar»

“Héctor”, de Victoria Giesen y “Sed”, de Mijael Milies se encuentran compitiendo en la vigésima versión del Festival Internacional de Cine de Lebu, CINELEBU, único festival en el Cono Sur que califica cortometrajes para los premios de la Academia.

Durante la semana el séptimo arte ha estado de fiesta en el Biobío, gracias a la realización de la vigésima versión del Festival Internacional de Cine de Lebu, CINELEBU, único festival del Cono Sur con la característica de ser calificador de cortometrajes para los premios Oscar, posicionándolo como el certamen más importante de la región.

Noventa y dos cortometrajes se encuentran compitiendo en 10 categorías, donde los ganadores de Ficción Internacional, Ficción Regional y Animación Internacional tienen como uno de los premios el ser visionados por el jurado calificador de los premios Oscar, entregados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, el premio más importante en el orbe.

“Hace años que la competencia está siendo de un nivel bien importante, donde nos están llegando los seleccionados de los Goya, los seleccionados de los Oscar y otros grandes festivales, y el nivel de la competencia es bien alto y muy complejo para decidir, porque hay muchos cortometrajes buenísimos”, indicó la directora de CINELEBU, Claudia Pino.

En la categoría de Ficción Regional, de un total de 12 trabajos en competencia, dos son de la región de Coquimbo que se encuentran en competencia: “Héctor”, de Victoria Giesen y “Sed” de Mijael Milies.

“Sed”, según cuenta su director “muestra la historia de la última mujer en la tierra en un mundo apocalíptico, donde el agua se ha acabado”. Milies comenta que, “es un drama horror intenso y que al verlo nos deja pensando varias cosas sobre el futuro de la humanidad y la importancia del agua”. “Sed” es un cortometraje “que remueve la conciencia, que hace pensar sobre nuestro futuro cercano”.

Por otro lado encontramos a “Héctor”, ópera prima de la directora Victoria Giesen y grabada en Caleta Sierra. “Es un corto con una historia simple entre dos jóvenes que de una manera se encuentran en un momento de atracción”, sostiene Giesen, quien además asegura que “Héctor tiene tintes súper trágicos, referencias de cine bien antiguo y que se encuentra en un punto súper interesante entre historia lineal y con una súper grieta hacia lo experimental”.

La obra comenzó su recorrido internacional en el Festival de Cine de Berlín, y actualmente ha pasado por una treintena de festivales. “Es un corto que llama la atención; es curioso”, indica la directora.  “Es súper divertido para conversar, porque creo que justamente de las relaciones que el espectador genera al ver este cortometraje se pueden sacar muchas conclusiones sobre nuestros propios prejuicios, nuestra propia censura, sobre nuestra propia visión de la sexualidad, lo que finalmente genera diálogo”, puntualiza.

Junto a ellos, también en competencia y proveniente de Til Til está “La Mamita”, de la directora Laura Donoso. Según comenta la asistente de dirección de este cortometraje, Francisca Durán, en el trabajo “se habla de la impunidad; de cómo se siguen dejando estos hechos de gente que hizo daño en el pasado y no se hace nada al respecto y siguen viviendo como si nada”.

La directora de arte de “La Mamita”, Dara Jadue, quien también estuvo en Lebu, sostuvo que “la invitación a ver este corto es porque es algo actual, que se basa en una historia real, de una enfemera que de verdad trabajó para la DINA y que formó parte de muchas vulneraciones de los derechos humanos, y que sigue viviendo como cualquier persona”.

Junto a ellos se encuentra el cortometraje de Valparaíso “Las Perras”, de la directora María Carolina Quintana.

Según la realizadora, el trabajo “encuentra un espacio donde se hace realidad la fantasía de la venganza”. Esto porque, según comenta Quintana “a veces uno tiene rabia y quiere fantasear con eso y eso está bien y deberíamos aprovechar estos espacios oníricos que nos entrega el cine para poder realizar estas ficciones”.

La cineasta sostiene que “si vemos la fantasía de los gringos masacrando a medio planeta por qué no vamos a poder nosotras las mujeres fantasear con la venganza a través de una superheroína urbana, que puede ser tu vecina, tu hermana, tu misma, y eso es lo que encontramos en Las Perras”.

Los otros trabajos en competencia son “Love from Santiago, de Inti Rowland y Derek Yau; “Ciruelas y Humo Verde”, de Amanda Mora; “El Campo Sangriento”, de Vicente Campos; “La Densidad”, de Ignacio Bastías; “Cabra Chica”, de María Jesús Sáiz; “Truco”, de Osvaldo Oyarce; “Sin Lugar para el Descanso”, de Cristóbal López; y “Un pájaro me lo susurró al oído”, de Yovanny Fierro Giesen.

Ficción Internacional

Por su parte, en Ficción Internacional son tres los trabajos chilenos que compiten contra otros 16. Los cortometrajes son “¿Te puedo llamar?”, de Leopoldo Muñoz; “Tez Morena”, de Iñaki Velásquez; y “Aislamiento”, de Patricio Blanche”.

“¿Te puedo llamar? Es un corto que trabaja con la memoria, el recuerdo y los sueños”, comentó su director, Leopoldo Muñoz. “En este trabajo tenemos dos ideas narrativas, que son la idea de lo perecible del cine, del recuerdo de la memoria y, por otro lado, está la intriga amorosa de qué va a suceder con un matrimonio sin hijos que tiene como problema que la cotidianeidad se ha vuelto aburrida, y los deseos sexuales de él no son los mismos deseos sexuales que tiene su mujer, entonces ahí hay un problema que es el tedio cotidiano conyugal y que la sexualidad es algo tan íntimo que a veces uno ni siquiera lo puede compartir con quien comparte la cama”, agregó el realizador.

En cuanto a “Tez Morena”, Iñaki Velásquez, su director, sostuvo que “al ver el cortometraje los espectadores se encuentran con una sorpresa grande, porque la trama es que se trata del abuso de Carabineros, pero el tema principal es algo que está debajo y que es algo que muy pocas personas conocen pero que se tiene que dar a ver, y sin ganas de spoilear, les voy a adelantar que es algo en relación a la raza, en relación a la identidad, y es algo que va a dar mucho que hablar en los próximos años”.

Según Velásquez, la invitación a ver “Tez Morena” es que “son siete minutos de su vida que probablemente lo va a dejar con ganas de conversar, con ganas de debatir e investigar, y creo que ese es el valor que tiene ese cortometraje: la post experiencia de haberlo visto”.

Finalmente, en la categoría de Animación Internacional son tres cortometrajes chilenos que se encuentran en competencia de un total de 22. Los títulos son “La Chica del Vestido Rojo y Sombrero Amarillo”, del director Álvaro Rozas; “Américo y el Nuevo Mundo”, de Luis Briceño y Laurent Crouzeix; y “Vi’e Moko & Vi’e Kena”, de Waitiare Kaltenegger y Marcelo Varas.

OvalleHoy.cl