El Gran Maestro de la Gran Logia de Chile señala que «un nuevo contrato social tiene que ver con determinar cómo podemos convivir en el futuro y cómo nos vamos a relacionar los ciudadanos con quienes tienen poder, y cómo el poder del Estado de Derecho es capaz de garantizar más humanidad para las personas, aquello más cercano a sus sueños, a su realización personal y colectiva, una realidad más vinculada a una moral más próxima al sueño humano por excelencia: encontrar la felicidad”.
La jornada final del Convento Masónico de la Gran Logia de Chile, que se realizó el miércoles 29 de enero de 2020 y en el que participaron más de 500 masones, tuvo como objetivo identificar el modo en que los principios de la Francmasonería podían ayudar a dar forma y canalizar fortalezas éticas y virtudes cívicas, para construir los mejores caminos reflexivos en busca de un mejor futuro para la República.
“Estas conclusiones recogen el pensamiento de quienes participaron en el proceso conventual y no obligan la opinión de ningún miembro de la Orden. Sin embargo, reflejan de un modo claro un sentir mayoritario, que cada cual debe interpretar según sus particulares opciones. No ocultan, tampoco, las naturales discrepancias y las temáticas que no fueron abordadas en su desarrollo”, expresó Sebastián Jans Pérez, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile.
La construcción de un nuevo contrato social
Se hace un llamado a participar activamente en la redacción de una nueva Constitución para nuestra República, en un proceso participativo, democrático y transparente; sin dejar de respetar la opinión minoritaria de quienes creen que una mejor opción para promover un Estado solidario se encuentra en la modificación de los cuerpos legales vigentes, al amparo de la actual Constitución.
La responsabilidad actual de los masones
La redacción de una nueva Constitución representa una oportunidad invaluable, para traducir en todos sus contenidos los valores y principios que identifican el ideario masónico: la búsqueda de la libertad, la igualdad, la verdad, el conocimiento del hombre, la tolerancia, la justicia social, la solidaridad, el diálogo, la convivencia sin violencia, el amor a la Patria, el respeto a la ley y a la autoridad legítima.
Educación para la libertad de conciencia y los derechos ciudadanos
Hubo proposiciones que promovían la búsqueda de una mejor participación ciudadana a partir del restablecimiento de la enseñanza de la educación cívica y del conocimiento más profundo de la historia chilena, a fin de que las personas puedan entender y ejercer sus derechos y obligaciones como ciudadanos, y así incentivar una mayor participación en las tomas de decisiones que impactan en la vida y quehacer de la sociedad.
La protección de la condición humana
Fue opinión mayoritaria de las Logias que el nuevo contrato social debiera privilegiar el bien común, cuyos pilares fundamentales son la persona humana, la familia y el tejido social, entendiendo que la persona es la riqueza más valiosa de toda sociedad y que por ello debe ser respetada, reconociendo que todos nacemos iguales en dignidad y derechos.
Definiciones del Estado y del sistema político
Hay una total concordancia en que el Estado debe ser laico, entendido no solo como ente neutral, que no privilegie posiciones religiosas o no religiosas, ajeno a cualquier orden de creencias, sino que, también, esté lejano a estas influencias, debiendo inhibirse sus instituciones de promover posiciones o creencias al interior de sus órganos institucionales.
El desarrollo económico y la protección del medio ambiente
Se refleja, en los informes, una conformidad con la necesidad de apoyar el crecimiento económico para el avance y desarrollo económico del país y sus habitantes, teniendo presente la exigencia de mayor igualdad en el reparto de sus frutos, única forma para financiar las necesidades que debe cubrir un nuevo contrato social. Pero, también, se dejó constancia de que deben crearse los mecanismos de control adecuados para que el crecimiento sea sostenible en el tiempo, con respeto al uso de los recursos naturales y su posible impacto en el cambio climático.
Seguridad pública
En algunos informes, los conventos jurisdiccionales hicieron énfasis en que el Estado debe garantizar el orden y la seguridad pública, como requisito de una vida pacífica en sociedad. Al efecto deben buscarse, regularse y mejorarse los mecanismos de formación, entrenamiento y operación de las fuerzas de orden y seguridad, con fuerte énfasis en el respeto a los Derechos Humanos.
El proceso constituyente en marcha, cuya primera etapa es el plebiscito de abril, es la oportunidad histórica insustituible de depositar en la soberanía popular la decisión sobre el futuro del país, la institucionalidad que debe regirla y la consecución del sueño patriótico de los fundadores de la República, de hacer posible la felicidad de los chilenos a través de un contrato social integrador y justo, donde la fraternidad sea el camino de unidad, para propósitos y objetivos comunes.