SEÑOR DIRECTOR: En un diario local se hizo notar la protesta silenciosa de los locatarios de la Feria Modelo, colocando globos negros en su recinto. La pregunta es… qué más les queda por hacer para que la “autoridad” tome el toro por las astas de una vez por todas.
La otra pregunta es… ¿qué pasó con la tan bullada mesa de diálogo?
Pareciera que la autoridad cada cierto tiempo le gusta armar toda una parafernalia haciendo anuncios a través de la prensa pero que en el fondo nada queda, porque pareciera que nada se realiza con la eficacia que se necesita para resolver el problema de fondo y que en este caso está dañando a muchos locatarios, particularmente pequeños y medianos que también necesitan de su trabajo. Que también tienen familias que alimentar, que también tienen hijos estudiando, familiares enfermos, etc.
Trabajadores que dependen de sus negocios, pues es su fuente laboral, su fuente de sustento. Y más encima cumplir con todos los deberes y obligaciones que le exige el comercio formalmente establecido y por encima de todas esas exigencias y dificultades, se debe competir con un comercio absolutamente desleal que en la calle vende a precio de huevo.
La tercera pregunta es… dónde están las Señoras y Señores Inspectores Municipales, se podría decir quizá, que aquí hay un completo abandono de su deber? La muestra está en lo que vemos a diario con el comercio callejero que se ha tomado las calles de nuestra ciudad.
En las esquinas de calle Libertad y la alameda y así recorremos hasta el supermercado Unimarc, como en calle Benavente, comenzando desde la esquina de farmacia Cruz Verde hacia la feria y paseo peatonal, es abismante el desparpajo de estas personas para instalarse en estos espacios públicos a vender todo tipo de productos, sin que nadie haga un llamado de atención para evitar tanto descontrol.
Unas fotitos para la muestra. Por si la autoridad piensa que nuestro “grito desesperado” es una farsa y ojalá que esta desgracia que está hoy invadiendo al mundo y que también nos está afectando, le permita a la autoridad darse un impulso para controlar este descontrol.
Atte.
Cecilia Campusano.