En estos últimos días nos hemos venido enterando de múltiples proyectos cercanos a este vulnerable ecosistema natural y que nosotros, los propios ciudadanos, hemos apreciado la potencialidad de daños irreversibles que pueden provocar las intervenciones en dicho sector y por ello, se ha pedido algunas explicaciones y aclaraciones.
Recordemos que el Municipio de Coquimbo por el año 2016, realizó una licitación pública denominada “Estudio de Línea Base Humedal y Parque Culebrón de Coquimbo”, cuyo fin era “que a través de mediciones y análisis científicos buscará sentar las bases para realizar cualquier futura intervención y proyectos de mejoramiento, mantención o recuperación ambiental de este vulnerable ecosistema natural.”(D. El Día. 19/04/2016). ¿Se utilizó este estudio o está archivado?¿Cuánto dinero costó?
Al indagar podemos reconocer a lo menos, 5 proyectos para el sector; Un rompe olas desde El sector de Peñuelas hasta la playa changa, reparación de veredas y estacionamientos, parque inundable “El Culebrón”, ampliación calle Maipú, edificios en altura (departamentos sociales en zona de inundación) en Baquedano y la construcción de la Avenida Italia pegada a la línea férrea.
Sí, empezamos a analizar, son intervenciones a simple vista, dañinas para un sector natural muy frágil por las intervenciones humanas y que son de mucha necesidad para nosotros mismos. Es por ello, que no es algo sin importancia intervenir estos lugares y, por eso, nos llama la atención que las instituciones del Estado que tienen que velar por su protección, pareciera que no tienen las atribuciones, la Ley es ambigua o no se dan el trabajo de visualizar obras en lugares sensibles.
Los proyectos en ejecución se están pagando, ahora, sí detuvieron las obras en el sentido de no continuar hacia el norte y, trabajar por mientras en el lugar intervenido, deben tener dudas de lo que están haciendo o si no, no tiene explicación si estaban todos los permisos, aunque no habían estudios arqueológicos ni ambientales, según lo informado por la empresa.
Sí, queremos proteger realmente el humedal, se debería crear una zona perimetral amplia para evitar el desplazamiento de personas y animales, colocar barreras anti ruidos, recuperar las zonas que están depredadas y no usarlas, debido a que eso también es humedal y no permitir que las empresas inmobiliarias continúen dañando el ecosistema natural, perjudicando y obstruyendo además, el vuelo de las aves, asociado al corte de árboles que ha llevado a que estas no tengan donde anidar ni descansar.
Octavio Álvarez Campos
