En la noche de ayer martes un grupo de alrededor de cuarenta sujetos encapuchados atacó por segundo día consecutivo la Tenencia de Carabineros de Tongoy, presuntamente como represalia por la muerte de un hombre baleado por uniformados en ese balneario.
Ya la noche anterior, faltando minutos para la medianoche un grupo de alrededor de 20 personas atacó con piedras, elementos contundentes e incendiarios las dependencias policiales del balneario de la comuna de Coquimbo. En este hecho resultó detenido un sujeto mayor de edad , que no tiene parentesco con el fallecido, quien fue formalizado ayer por el delito de daños al cuartel policiales e infracción a las normativas sanitarias pues el hecho ocurrió durante horas de toque de queda.
Las cosas no quedaron ahí, pues anoche, la Tenencia recibió un nuevo ataque, esta vez por un grupo de aproximadamente 40 encapuchados, según informó carabineros, que armaron barricadas incendiarias en la calle, lanzaron objetos contundentes e incendiarios contra el edificio, causando daños especialmente en el segundo piso, rompiendo además los cristales de una caseta de cajero automático existente en los alrededores.
No hubo personal policial lesionado ni detenidos.
Estos ataques, serían en represalia por el fallecimiento de un hombre de 30 años identificado como Ítalo Araya Araya, quien en los días anteriores fue baleado por carabineros que concurrieron a un domicilio por la llamada de dos mujeres que denunciaban que su hijo y hermano había ingresado , no obstante la prohibición que tenía de hacerlo.
El sujeto en la ocasión intentó atacar a los uniformados con el gollete de una botella quebrado y, una cuchilla y rompió con un palo el parabrisas del radio patrulla. Uno de los policías hizo uso de su arma de servicio impactando en tres ocasiones al sujeto. El hombre, no obstante fue trasladado al Hospital de Coquimbo, falleció en las horas siguientes como consecuencia de las heridas.
Estos ataques serían en represalia a la muerte de Italo Araya, aunque se desconoce si quienes integraban los grupos serían familiares o cercanos a la víctima.
En las últimas horas la opinión de la comunidad ha estado dividida entre quienes rechazan la acción «desproporcionada» de los uniformados, y quienes la apoyan pues su no intervención pudo haber derivado en un nuevo femicidio.
