En este mes de noviembre se ésta recordando algunos hitos importantes en la vida cultural de la Región de Coquimbo y que tiene que ver con dos personajes de las letras como ser: Gabriela Mistral y Carlos Mondaca Cortés.
Con nuestra poetisa es el otorgamiento a ella, del Premio Nobel de Literatura en 1945 y con don Carlos su nacimiento (29 de noviembre de 1881) y fallecimiento (26 de noviembre de 1928).
Don Carlos Mondaca a muy corta edad se traslada con su familia de Vicuña a La Serena e ingresa al Seminario Conciliar y a los 19 años lo encontramos en Santiago con la idea de estudiar Derecho, pero su pensamiento reflexivo, critico, humanista y amor a las letras, le hacen derivar sus estudios a Pedagogía en Castellano.
En su vida profesional se desempeñó en el Liceo Valentín Letelier y en el Instituto Pedagógico; fue Pro-rector de la Universidad de Chile y Rector del Instituto Nacional. Tiene diversas obras teatrales, como ser: “La Ilustración”, “Luz y sombras”, “Instantáneas de Luz y sombras”. En el ámbito de la poesía, su primer poema lo compuso en 1905, “La Lluvia”. Se publicaron de él tres libros, el primero fue en 1910 y se llama “Por los caminos”. El segundo libro de 1920 lo denominó “Recogimiento” y el tercero, editado en 1931, llamado “Poesías”. Frente a esta gran obra, pienso que se está en deuda con él y cito del libro “Antología de los Escritores del Valle de Elqui” de Roberto Castro, página 25, que ya lo manifestaban en el mismo sentido: “siempre hemos pensado que podríamos abrazar la empresa de editar un solo libro en que aparezcan las tres obras del poeta vicuñense para que los estudiantes, los literatos y todas las personas puedan conocer cuáles eran los temas principales de su obra poética de este elquino romántico, pacifista y amante de la naturaleza extraña y rica de su amada tierra”.
También Gabriela Mistral se refirió al poeta y nos dice; “Mucha experiencia en la poesía de Mondaca, una gran madurez del motivo, la muerte, la fe, la fatiga, vivía tres a cinco años para un poema, entró a la poesía en adulto, al revés de los que hemos entrado en rapazuelo. Su verso conmueve porque convence…” (Carta, Diario El Mercurio, 17 de febrero de 1929).
Nuestra poeta y profesora recibió la noticia de haber obtenido el reconocimiento de la Academia Sueca un día 15 de Noviembre de 1945 en la ciudad de Petrópolis y un 10 de diciembre en Estocolmo recibe el premio y donde termina expresando: “Por una venturanza que me sobrepasa, soy en este momento la voz de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa. Ambas se alegran de haber sido invitadas al convivio de la vida nórdica, toda ella asistida por su folklore y su poesía milenarios.”
Esperamos que se inserte en las mallas curriculares de la región, el destacar a los escritores regionales para el disfrute de su creación literaria, como también, de plasmar sentimientos, formas de pensar, ideas, todo esto con el fin de que los jóvenes a través de la literatura se den cuenta que es el arte que enseña a pensar.
Octavio Álvarez Campos