A simple vista la frase expresada por la Diputada de la República Catalina Pérez, podría considerarse una frase más, pero lamentablemente no es así ya que, gráfica lo que realmente quiere la izquierda y sus aliados concretar en nuestro país.
Recordemos que después de la derrota del socialismo en Europa, graficado en la caída del muro de Berlín y el fracaso de la URSS, Cuba buscó tener el control de dos países poderosos Brasil y Venezuela para abastecerse y también, obtener ayuda para sí y, tener presencia en América para, según la izquierda, combatir las consecuencias del neoliberalismo en la región. De allí, que en 1990 se realiza un encuentro organizado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en Sao Paulo, idea planteada por Fidel Castro a Lula da Silva, al cual, según la politóloga guatemalteca, Gloria Álvarez Cross, asistieron todos los partidos comunistas, guerrilleros marxistas, sindicalistas de izquierda de la región.
En concreto, el foro según la politóloga uruguaya Viviana Padelin, expresado por los años 2013, en el artículo “El perverso plan del foro de Sao Paulo” plantea tres etapas, las cuales se desglosan en; “Etapa de Implementación. Gobierno Populista”, en la segunda se refiere a la “Etapa de Consolidación” y la tercera sería “Etapa. Fase Inicial del Neocomunismo”. Según esto, Chile está en plena segunda etapa que comprende; quiebre de la clase media, reforma constitucional, aprobación de matrimonio homosexual, aprobación del aborto, Ley de medios o Ley mordaza, persecución plena de opositores, judicialización de todos los conflictos, la delincuencia gobierna las calles, deterioro económico, legalización de la marihuana, destrucción total moral y física de las Fuerzas Armadas y de seguridad, persecución de minorías católicas (Ley de Cultos), cambio de soberanía para dominio del mar y varias otras más.
Por estas consideraciones es de extrema gravedad lo expresado por la congresista, quien representa a un sector político, debido a que avala la violencia y se siente parte de ella, pero no se da cuenta que el quemar la infraestructura del Estado perjudica a aquellos que dice representar. Además, tiene una responsabilidad como parte de la conducción del país y la población espera que los congresistas tengan una visión de progreso y convivencia pacífica para alcanzar acuerdos en bien de todos los habitantes de este maravilloso territorio llamado Chile.
Octavio Álvarez Campos