Días atrás se “viralizaron” las imágenes de una señora en Talcahuano con más de 86 años aferrada a un Alcornoque; un árbol que había sido su compañía en el barrio de toda su vida
La mujer impide con fuerza que ese árbol sea talado.
Por favor vea las fotografías.
Impresiona la fuerza y la lucidez de los ojos de la anciana casi tapados con la mascarilla alegando junto a su mano derecha por mantener la vida del árbol que los ha acompañado por décadas en las Higueras de Talcahuano.
Habían llegado en la mañana los trabajadores
Traían en su mano la orden de talar al alcornoque.
Derribarlo en pocos minutos para cumplir el marco de un programa de pavimentación participativa obtenida a través del SERVIU.-
Eran meros trabajadores de una empresa contratista, pero ante el alegato de la anciana en defensa del alcornoque ellos fueron convencidos que el alcornoque debía seguir con vida .
Eludieron la brutal ortopedia que le quitaría sin duda la vida a un árbol indefenso y en peligro de extinción.
Las imágenes traslucen el horror que sufre la anciana quien sabe que ese árbol es un ser vivo, nace, se desarrolla, se reproduce y muere dignamente absorbido por la naturaleza.-
La sabiduría de sus años le ha enseñado también que ese alcornoque diariamente produce oxígeno que ella misma respira y absorbe el dióxido de carbono que ella expira diariamente
Ciertamente ese árbol ha sido parte del ciclo de su propia vida y si lo cortan en su presencia junto a sus ramas morirá también parte de su propio ser.
Es una lección inesperada que recibimos en estos días en que todo se reduce al trafago de la terrible pandemia.
Esperamos desde Ovalle, el que fuera el Norte Verde que ese alcornoque viva y que su sentencia de tala sea revocada por autoridades municipales o del SERVIU quienes puedan sin duda ser más comprensivas con el cariño que demuestra esa estupenda y anciana mujer que lo ha salvado de la muerte.-
SERGIO PERALTA MORALES
