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Sergio Troncoso jura como ministro titular de la Corte de Apelaciones de La Serena

En una sencilla y emotiva ceremonia, juró como ministro titular Sergio Troncoso Espinoza, quien se desempeñaba como juez del Juzgado de Familia de la ciudad.

Egresado de la Universidad de Chile, el ministro Troncoso ingresó al Poder Judicial en 1997 como secretario del Juzgado del Trabajo de Punta Arenas, desempeñándose posteriormente como juez en el Juzgado de Letras y Garantía de Laja, para trasladarse, en 2000, a la jurisdicción de La Serena donde ejerció los cargos de juez en el Segundo Juzgado de Letras de Coquimbo, el Juzgado de Garantía de La Serena y – desde 2008- en el Juzgado de Familia. Así también durante 2020 y 2021 ejerció como ministro suplente del tribunal de alzada.

“Hoy es un lujo contar con su presencia en esta Corte porque sus conocimientos legitiman su investidura ante sus colaboradores. Es un colega proactivo que se adelanta a los imprevistos, ordenado y con carácter pero con el más profundo respeto a colegas y subordinados”, manifestó en su discurso, la presidenta del tribunal de alzada Caroline Turner González-.

En la ceremonia, realizada con protocolos de seguridad sanitaria a la que solamente asistió presencialmente el ministro Troncoso y su esposa -la ministra de la Corte de Apelaciones de Concepción, Nancy Bluck- se conectaron un centenar de miembros del Poder e invitados del ministro, quienes destacaron su compromiso con los más vulnerables y los derechos humanos, que siempre ha manifestado en lo profesional y personal.

“Tomo todos esos buenos deseos como una expectativa que hay que cumplir, hay que responder y seguir preparándose para ejercer de buena manera el cargo y a la confianza que ha significado este nombramiento y todos los saludos de la gente que se pudo ver en el juramento. Esto implica plantearse un trabajo duro en la Corte, poder de alguna manera cumplir no solamente lo que está pensado como trabajo de ministro propiamente tal, sino que también con tratar de acercar a la ciudadanía, a la comunidad a la justicia, hacer una justicia que sea más amable y eso implica trabajo transversal”, indicó, agradeciendo a cada uno sus palabras y su asistencia virtual a la ceremonia.

En ese sentido, pese al complejo momento que ha significado la pandemia en la administración de justicia, el ministro hizo un llamado a continuar buscando las estrategias que permitan tener una respuesta más cercana y oportuna a los usuarios.

“Es un trabajo difícil porque la cercanía se pierde mucho a través de los medios tecnológicos, y hay que buscar estrategias para de alguna manera quebrar ese muro que puede ser una pantalla, especialmente respecto de los justiciables, los que llegan a pedir la intervención de los tribunales, que además de la formalidad judicial se ven enfrentados, ya no a un cara a cara directo, sino que muchas veces a la pantalla incluso de un celular, que hay que tratar de traspasar y dar una acogida que sea más cálida y humana a esos justiciables”, señaló.

Interesado también en la igualdad de género, el ministro, que posee un Máster en Derecho y Género de la Universidad de Jaen (España), destacó el avance que ha tenido al respecto el Poder Judicial. “Probablemente no hay un conflicto en la sociedad mayor que el que se refiere a las situaciones de subordinación en materia de género que deban ser abordadas desde una perspectiva integral por parte de todos los organismos del estado y dentro de eso también por parte de la judicatura, creo que lo que ha avanzado la Corte Suprema con la Secretaría de Género, lo que ha tratado de transmitir a todas las instancias judiciales es importantísimo y es algo que naturalmente nos queda mucho trabajo por avanzar”.

Así también desde la experiencia y sensibilidad que le ha dado la justicia de familia donde ejerció más de 10 años como juez, hizo hincapié en los desafíos que le competen ahora en el cargo de ministro en ese aspecto. “El desafío desde la judicatura de familia es lograr que se vea que los problemas que debe resolver son problemas jurídicos, en el sentido que no se trata de un servicio social o de labores de buena voluntad sino que  efectivamente se trata de resolver conflictos, que pueden ser los más relevantes que una persona  tenga en su vida, y muchas veces el único contacto que tiene con el poder judicial”, concluyó.

OvalleHoy.cl