Vitalia proviene del latín vitalis, que significa “vital” o “que da vida”. Nunca un nombre le hizo tanta justicia a una persona. Mi abuela parió 12 hijos, aunque 11 de ellos le sobreviven (seis mujeres y cinco hombres).
Mi abuela, la “Mami Vitalia”, tuvo siempre la capacidad de congregar a su numerosa familia. Los domingos, bajo el parrón, escuchando un partido de fútbol o conversando sobre política, las tardes se pasaban volando entre asados o comidas a la suerte de la olla.
Mi abuela era una mujer fuerte, opinante, perseverante. Una mujer política, porque criar y mantener una casa luchando contra la pobreza también es un acto político.
Una mujer futbolera, que entregó al balompié chileno cuatro jugadores profesionales: Nene, Mocho, Lalo y Omar. Que gozó con sus triunfos y los apañó en las lesiones y derrotas.
La mujer del pan amasado, las cazuelas y el “jote”. La mujer de los trajes de dos piezas, siempre impecable y distinguida.
Una mujer que jugó los 90 minutos y 3 de alargue, con la talla a flor de labios y la picardía constante.
Mamita, tuviste la capacidad de mantenernos unidos. Aunque éramos tantos, siempre encontraste la forma de darnos cariño a todos. Ese será tu legado.
Ahora descansa, reencuéntrate con tu amor y tu hijito perdido, conversa con tu yerno y síguenos cuidando desde el cielo.
Te amamos Vitalita del Carmen.
Catherine Gómez Córdova