InicioultimasOpiniónSocorro… me estoy volviendo paranoico !!

Socorro… me estoy volviendo paranoico !!

No me llamaba la atención que al muro de mi Facebook todos los días llegara información de perros. Videos divertidos, ofertas de alimentos,, mensajes de agrupaciones protectoras de estos animales, anécdotas de personajes de la farándula que han adoptado un perro de la calle o llegan a sus actividades públicas con sus regalones.

Después de todo no es un misterio que soy amante de los canes, y que en casa nuestros regalones son la Chilila, la Zarigueya y  la Rubia, que las adoptamos de la calle y que ya son parte de la familia. Y día a día nos hacen reír o pasar rabias con sus travesuras.

Y seguían llegando al Facebook simpáticas historias de perros, dos, tres, diez, veinte de ellas diarias.

Sin embargo hace unos meses mi hija mayor adoptó una gatita callejera – la Linda, que de linda no tiene nada – un animal poco sociable, arisco, que se pelea con todo el mundo, de dos o cuatro patas; pero que en la medida que se fue acostumbrando a vivir en un hogar, se fue domesticando y ganando el corazón de todos. Y, por esas cosas que no me explico, terminó por adoptarme, y cada vez que viene a casa, se pasea por delante del computador mientras trabajo pasandome la cola por la nariz, recorre todos los rincones de mi oficina , e incluso cuando duermo siesta al despertar la encuentro durmiendo a mi lado, lo que causa la risa de mi familia.

Subí dos o tres fotos de ella a Facebook… y ya está.

Desde entonces me llegan a diario, dos, tres, diez, veinte, cientos de posteos de historias de gatos, de todos tipos: gatos grandes, chicos, gordos, flacos, angoras, pelados, etc… Un bombardeo de gatos.

Y siguen llegando.

Yo disfruto con este bombardeo. Después de todo soy un amante de los animales.

Lo que me preocupa sin embargo es esa sensación inquietante de sentirme observado. Que lo que digo o hago en las redes sociales, en mi vida diaria  es vigilado allá arriba, por un ojo avisor, por el Gran Hermano (¿leyó la novela 1984 de George Orwell?), que está atento por todo lo que hago. Y desde luego está atento a mi Facebook para conocer, por ejemplo qué me encargará mi esposa del Supermercado, cual es mi equipo de futbol favortito, o por quien voy a votar en las próximas elecciones presidenciales.

Para evitar eso cubro las ventanas con cortinas gruesas, y refuerzo la hermeticidad de mi oficina y dormitorio con una doble cortina de hule y , arriba, una frazada gruesa para que no se filtre nada. y agregué un doble cortafuegos al computador.

A ustedes les parecerá que exagero, y así me lo dice la Gorda, mi esposa, (“¿No se te estará pasando la mano?”) y mis hijas se preguntan entre ellas:

  • Al papi parece que se le están pelando los cables – dice una.
  • Está raro desde que regresó del Hospital… ¿Le habrán hecho algo allá? – agrega la otra.

Lo cierto es que estoy paranoico. Miro hacia arriba y no puedo dejar de lado esa sensación de ser observado.

Un amigo, al que le cuento, lider de los antivacunas en Ovalle, está sin embargo de acuerdo conmigo.. Me explica que cuando te ponen la vacuna contra el Coronavirus te implantan un microchip para seguir todos los movimientos.

Quieren saber todo lo que haces, lo que escribes, a que supermercado vas, que compras, con quien te juntas ¿No crees? –dice, viendo mi cara de escepticismo. Y me envía a mi email secreto decenas de  entrevistas de reputados científicos que así lo confirman.

  • Es una conspiración mundial. Nos están usando como conejitos de India – afirma mientras se aleja.

Para probarlo ante las dudas de otros amigos que dicen, moviendo la cabeza, que estoy conspiranoico, voy a poner en mi Facebook que he adoptado un cerdo, y durante unos días subiré dos o tres fotos de cerditos supuestamente retozando en mi casa. Y luego, a esperar el bombardeo en mis redes sociales: espera la llegada de decenas, cientos de posteos…

¿Y si no resulta y mis sospechas son infundadas? preguntan mis hijas.

Bueno, entonces me como el cerdo.

Mario Banic Illanes.

Escritor

OvalleHoy.cl