A la medianoche del 7 de septiembre se deberán ajustar los relojes en 60 minutos, con lo que se adoptará el horario de verano (UTC -3), el que se extenderá hasta la primera semana de abril de 2020.
Contribuir a la seguridad en los traslados de regreso a las casas desde los colegios y lugares de trabajo, y más tiempo para actividades recreativas al contar con más luz solar, son las consideraciones del Ministerio de Energía para aplicar el cambio de huso horario que ocurrirá el próximo sábado a la medianoche, cuando los celulares, relojes y computadores se adelanten en una hora.
La decisión fue tomada después que el Ministerio de Energía consultara a más de 40 representantes de instituciones públicas y privadas, de la sociedad civil y especialistas, para recopilar antecedentes técnicos y científicos sobre el impacto de los husos horarios sobre la salud, educación, productividad, seguridad, telecomunicaciones, transportes y eficiencia energética.
El Seremi de Energía, Alvaro Herrera, destacó que la justificación del cambio de horario obedece a factores sociales, porque permitirá aprovechar de mejor forma la luz día para los traslados de las personas de regreso a sus casas, y a su vez, dará espacio para más actividades familiares, recreativas o deportivas.
La autoridad precisó que el cambio de horario hoy no tiene relación con el ahorro de energía – cercano al 1% – debido a la configuración del gasto eléctrico del país. “Hace 10 años, la iluminación podía representar un tercio del consumo en un hogar, dado que se usaban ampolletas incandescentes y menos artefactos eléctricos en las casas. Hoy, con las nuevas tecnologías y LED, y con mayor cantidad de artículos eléctricos, el gasto en iluminación está entre un 5 y 10 por ciento».
El cambio de horario aplicará para todo Chile, con la excepción de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, que ya mantiene este mismo régimen fijo durante el año.