Vivo a menos de media cuadra de la avenida La Chimba y desde el balcón de mi casa veo como día a día avanzan los trabajos del estadio Municipal.
Vi cuando fueron instalas las estructuras de la tribuna oriente, la techumbre, y últimamente una a una las cuatro torres de iluminación. Así como escucho (casi sufro en las horas de siesta el fin de semana) los ruidos de los obreros y maquinarias afanados en acelerar los trabajos.
El plazo que tiene la empresa ejecutora para finalizar el contrato es el mes de diciembre, aunque hay quienes piensan que estos podrían concluir un par de meses antes. Y de esta manera ver cumplido el sueño de tantos deportistas ovallinos que vieron como su viejo estadio era demolido, y luego sufrir una inexplicable demora para dar solución al tema de los hallazgos arqueológicos, etc.
Y me deleito en la mañana cuando marcho al trabajo caminando por la avenida La Chimba, y descubrir cada día algo nuevo.
Pero en ese mismo trayecto, a una cuadra de distancia, también veo con preocupación la existencia de un terreno eriazo , donde estaba proyectado el frustrado Casino de Juegos. Un lugar abierto para que personas inescrupulosas arrojen basura, escombros, o lugar de reunión de antisociales, ebrios, o estudiantes haciendo la cimarra.
Un sitio tan riesgoso que los residentes del sector eluden pasar por el lugar una vez que comienza a oscurecer.
En conversación con autoridades comunales e incluso regionales me han señalado su insistencia ante el alcalde Claudio Rentería para que la Municipalidad invierta adquiriendo esos terrenos, antes que llegue un empresario afuerino (incluso un especulador local) que lo adquiera a precio vil para levantar ahí un mega proyecto comercial. O luego simplemente lo venda por dos o tres veces su valor.
Entonces ¿por qué no la Municipalidad de Ovalle? Ese lugar tan cerca del centro, podría ser utilizado para construir un centro cultural, o ¿por qué no si estamos tan cerca del estadio?, un Polideportivo . O por último, un gran recinto de estacionamiento de vehículos que absorba a los espectadores o usuarios del estadio que lleguen con sus vehículos, y que de paso ayude a descongestionar el centro de la ciudad.
Además, no vaya a ser cosa que a alguien se le ocurra hacer un megaevento musical en el estadio y quienes vivimos en los alrededores tengamos durante varias horas vehículos estacionados hasta en las orejas, copando las aceras y aparcados hasta en el jardín, obstruyendo las salidas de las casas.
“La municipalidad tiene plata en estos momentos, tiene saneadas sus finanzas dice el Alcalde – nos insiste uno de nuestros informante – ¿Por qué entonces no invierte en este terreno? Le hemos insistido tanto … ”.
Y tienen razón.
Entonces, Alcalde Rentería … por qué no hace caso a quienes le aconsejan bien. Compre esos terrenos y los ovallinos de ahora y del futuro se lo agradecerán.
M.B.I.