El día 11 de abril del año 2012, fue aprobado el aumento extra de dos millones de pesos, para los senadores, los que debían ser incorporados a sus gastos operacionales, lo que fue recibido como un triunfo por los honorables que en la oportunidad, aplaudieron la medida, como quedó demostrado en la noticia publicada en el diario la Nación de dicho día, en que se señala que ello había sido conseguido por el senador Guido Girardi, para permitirles una mejor atención en sus extensos distritos.
En la oportunidad, se enfatizó que los 2 millones de pesos extras no irán destinados a la dieta parlamentaria (el sueldo que ganan), sino que serían para financiar arriendos de oficinas, teléfono, bencina, entre otros gastos de ese tipo, es decir, con la nueva medida, pasarían de tener $ 5.450.000 a cerca de 7 millones para todos esos “gastos operacionales”.
Con la reforma electoral actual, al crearse nuevos distritos y aumentarse el número de parlamentarios, bajo el pretexto de terminar de ese modo con el sistema binominal, es un hecho indesmentible el aumento de funcionarios que los apoyaran en su tarea, lo que hace impracticable lo que aseguraban los impulsores de esta idea en relación a que ello “no involucraría mayores gastos del presupuesto en este ítem, ya que las necesidades serían cubiertas con medidas de austeridad”.
Pero hoy conocemos que los senadores, nuevamente obtendrán un aumento de un millón medio de pesos mensuales (El Mostrador 10.08.2014)) para sus gastos operacionales, ya que los funcionarios que trabajan para ellos no han recibido un aumento como sí ocurre con otros funcionarios públicos”, frente a lo cual cabe preguntarse cómo fue posible que el año 2012 al aumentarse los dos primeros millones de pesos para cubrir sus gastos operaciones, no se considerara dentro de esto el reajuste que corresponde a sus colaboradores, para quienes estaban destinados parte de estos dineros.
Como se aduce, que este millón y medio de pesos extra que recibirán, serán nuevamente para cubrir gastos operacionales, dado a la extrema urgencia con que resuelven estas situaciones contractuales que los involucran, es de esperar que luego con más parlamentarios y distritos, y por ende menor extensión demográfica que cubrir, también estudien la menor cantidad de asesores y medios empleados para cubrir las necesidades y por ende el menor costo que ello implica.
Dra. Susana Verdugo Baraona.-