La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado el aumento de la TBC en el mundo como una “Emergencia Sanitaria” y llama a todos los países a monitorizar de cerca la enfermedad, ya que es una de las patologías infecciosas más mortales que existen, cuyas cifras han ido en preocupante aumento tras la pandemia por Coronavirus.
Un enérgico llamado realizaron las autoridades de salud de la región para concientizar a la población respecto de la prevención y control de la tuberculosis (TBC), ya que, si bien, es una enfermedad altamente contagiosa y mortal, tiene tratamiento, si las personas consultan a tiempo.
Durante el año 2022, en la Región de Coquimbo se registraron 116 casos confirmados y 18 fallecidos, cifra que superó el promedio de muertes por esta enfermedad a nivel nacional. Por esta razón, en la semana en que se conmemora el día internacional contra esta antigua enfermedad (24 de marzo), los equipos de salud del Hospital de La Serena y Servicio de Salud Coquimbo, junto a la máxima autoridad sanitaria, hicieron un especial llamado a la población de riesgo a poner atención a los síntomas y realizarse un simple y gratuito examen en su centro de salud más cercano, ya que este acto podría hacer la diferencia, entre la vida y la muerte.
Para la SEREMI de Salud, la doctora Paola Salas, “el hecho de tener una patología respiratoria predominante como fue el coronavirus, hizo que toda la población pensara sólo en esa enfermedad y hoy en día es claro y evidente que, con este número de aumento de los fallecidos por tuberculosis, tenemos que volver a poner en el colectivo, la posibilidad latente que existe de contraer otras enfermedades respiratorias. Las personas creen que no hay tuberculosis y eso no es así, las cifras hablan de un problema de salud pública que debemos retomar».
A esto la autoridad ministerial agregó que «nuestra región siempre se ha caracterizado por establecer medidas de prevención pero por ejemplo, hoy día está cambiando la baciloscopia, que es el examen preventivo tradicional para detectar esta enfermedad, el cual está avanzando hacia una toma de PCR, entonces estamos evolucionando nosotros con la oferta del servicio que otorgamos, pero la población nos tiene que acompañar en consultar precozmente cuando tengan tos por más de dos semanas, fiebre alta, sudoración en la noche y/o baja de peso sin causa aparente, ya que podría ser tuberculosis y no coronavirus” recalcó.
¿Qué síntomas nos deben alertar?
La doctora Catalina Moyano, médico internista del Hospital de La Serena y referente regional del Programa para el Control y Eliminación de la Tuberculosis, sostiene que las alarmas se deben encender ante “una tos que persista por más de 10 a 14 días y que a pesar de haber recibido algún tratamiento para un cuadro respiratorio, ésta se mantenga o incluso comience con expectoración (flema). También debe estar atento si comienza con cuadros de fiebre, o experimenta una baja de peso sin razón aparente e incluso si presenta sudoración nocturna”, la especialista indica que a estos síntomas se les debe poner especial atención porque podríamos estar frente a un cuadro de tuberculosis, una enfermedad que puede ser mortal, pero que tiene cura si se consulta a tiempo.
En este contexto, la doctora Moyano explica que las personas deben consultar en su centro de salud más cercano y solicitar una baciloscopia, que es el examen más tradicional para detectar la tuberculosis y solamente consiste en escupir una muestra de expectoración en un recipiente.
Los equipos de salud han detectado que el aumento de esta enfermedad se ha visto principalmente en adultos jóvenes de entre 20 a 40 años, con el 31% de los casos confirmados; y en los adultos mayores, con el 26% de los pacientes. En tanto, las edades de los pacientes fluctuaron entre los 3 y los 88 años de edad.
Según cifras del Servicio de Salud Coquimbo, en el año 2022, en la región, de los 116 casos confirmados de tuberculosis, el 85% correspondió a TBC pulmonar y el 15% de TBC extrapulmonar, donde el bacilo de koch se manifestó como tuberculosis oftálmicas, renales, articulares, óseas y peritoneales.
Pero los ojos no sólo están puestos en los grupos de riesgos antes mencionados, sino que también se consideran dentro de las personas en riesgo, a los pacientes que presentan enfermedades crónicas como diabetes, patologías pulmonares obstructivas, tener VIH e incluso haber trabajado en minería o tener algún consumo de drogas problemático o vivir en situación de calle.
¿Cuál es la oferta de la red de salud pública para hacer frente a esta enfermedad?
Conversamos con la enfermera Giovanna Milla, referente del Programa Regional para el Control y Eliminación de la Tuberculosis del Servicio de Salud Coquimbo, quien nos explicó que esta iniciativa, que este año cumple 50 años en Chile, permite realizar “la pesquisa, el tratamiento y el seguimiento de los pacientes y sus contactos, es un programa de salud pública, por lo tanto todas las actividades que se incorporan dentro de ésta, son gratuitas y universales, es decir, que las personas pueden acceder a ellas independiente de la previsión del paciente, de su situación socioeconómica y migratoria. Todos los
pacientes que presenten síntomas pueden acercarse a cualquier centro de salud, a cualquier urgencia, ya sea hospitalaria, a un SAPU (Servicio de Atención Primaria de Urgencia), a un SUR (Servicio de Urgencia Rural) o a un SAR (Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad) y solicitar la muestra de baciloscopia”.
Además, la Región de Coquimbo este año podrá fortalecer su capacidad diagnóstica, reduciendo los tiempos de procesamiento de las muestras para TBC, así lo confirmó la referente del área de Laboratorios del Servicio de Salud Coquimbo, la Tecnóloga Médica, Camila Calderón, quien informó que “para este 2023, el Servicio de Salud Coquimbo invertirá alrededor de 180 millones de pesos para implementar unidades de procesamiento de pruebas moleculares en las tres provincias, lo que permitirá obtener resultados más rápidos y tener más precisión en los tratamientos”.
Actualmente, la red de salud regional cuenta con 9 laboratorios públicos que procesan muestras de baciloscopia, mientras que en el Hospital de Coquimbo ya se implementó el procesamiento de pruebas
moleculares, lo que permite obtener la gama completa de medicamentos que corresponden al tratamiento que será más adecuado para erradicar al bacilo.