InicioOpiniónOpiniónBachelet y Nueva Mayoría sigue siendo un Tsunami para todos los Chilenos.

Bachelet y Nueva Mayoría sigue siendo un Tsunami para todos los Chilenos.

Todos hemos sido testigos como en innumerables ocasiones las máximas autoridades de Gobierno, incluida dentro de estas la presidenta Bachelet, dan explicaciones de que tal programa, proyecto o promesa no será cumplida o que tan sólo una parte de ella se podrá llevar a cabo, debido a la falta de recursos. Los mismos que faltarían para mejorar la educación, la salud, las condiciones laborales de los funcionarios públicos, etc. ejemplo de ello, es el caso que involucra a los cerca de 40 mil estudiantes que quedaron fuera del beneficio de gratuidad en la educación superior prometido por la propia presidenta Bachelet en mayo del 2015, al decir que 200 mil estudiantes serían los favorecidos, resultando favorecidos en realidad sólo 160 mil, puesto que no alcanzaban los recursos para cumplir dicha promesa.

Si bien se puede entender que las necesidades son incalculables y los recursos públicos son escasos; no es entendible ni razonable que frente a dicho panorama de recursos limitados, estos sean utilizados en la realización de un documental sobre la gestión de Bachelet; aunque a decir verdad, lo anterior no debiese de extrañarnos ni sorprendernos, puesto que sólo cabe recordar el gasto cercano a los 2 millones de dólares que incurrió Bachelet, por concepto de imagen y comunicaciones, durante su anterior período; por esto mismo no es de extrañar que este documental se realice con la clara intención de mejorar su deteriorada imagen en un año electoral, siendo un claro intento de propaganda (encubierta) reflejando con ello, sólo lo desesperados que se encuentran por permanecer en el Gobierno. Es claro que los asesores de la presidenta, saben que este tipo de propaganda junto al poderío en las comunicaciones y en lo económico, sirven como método para atacar a sus opositores y que es de hecho una técnica para lograr el control social tal como se hizo después de la primera guerra mundial por ejemplo se hizo en su tiempo con el cine nazi y sin ir más lejos es cosa de ver la vida de Celia Cruz y ver con profundo dolor como el tolitarismo invade las vida de las personas, pasándolas a llevar hasta en lo más íntimo e incluso el no respetar la propia capacidad de emprender y desarrollo de las personas.

A todas luces, este documental es absolutamente innecesario e inoportuno no sólo por las condiciones económicas del país, en que según los expertos es muy probable que tengamos una desaceleración significativa, por lo que el 2016 podría ser igual o peor que el 2015; sino porque estamos hablando de que los recursos que serán utilizados son de todos los chilenos; y es más sólo la etapa inicial del documental tiene un costo de 40 millones de pesos, los cuales fueron asignados de forma directa (a dedo), sin licitación, por el súper cuestionado y ya renunciado director administrativo de la Presidencia el señor  Cristian Riquelme; sin embargo, lamentablemente, estas designaciones directas tampoco debieran de extrañarnos ya que por antecedente denunciado por la prensa, durante el año 2015 el señor Riquelme habría realizado compras directas, sin licitación por más de 3 millones de dólares, con además más de 5.200 órdenes de compra firmadas por él, en donde cerca del 40% de los pagos se realizaron directamente a proveedores lo que agrava este proceso, es el hecho de que los recursos hayan sido asignados en forma directa a la cineasta Tatiana Gaviola quien era parte del equipo de comunicaciones y asesora presidencial en ejercicio en la moneda, con un sueldo de 3 millones de pesos mensuales, lo que hace de este un acto ilegal, ya que está estrictamente prohibido que un funcionario público en ejercicio, tenga además un contrato directo con su jefe.

Lo anteriormente descrito me recuerda la demanda del ex-presidente de la cámara de diputado y ex-presidente del PPD Jorge Schaulsohn quien entre otros miembros de la Concertación hablaron «de la ideología de la corrupción» señalando que «Se había inventado una ideología para dar sustento y legitimidad a la utilización de los recursos públicos para fines políticos» razón por la cual, más tarde fuera expulsado de su partido, por el simple hecho de decir la verdad, todo esto me resulta especialmente grave, ya que nos encontramos frente a un Gobierno que usa los recursos de todos los chilenos para fines propios, político-partidista y que peor aún lo hace al margen de la ley, no una, ni dos veces, sino en repetidas ocasiones agudizando más aún la crisis de confianza y credibilidad en las autoridades de nuestra historia Republicana.

Dra. Susana Verdugo Baraona.

OvalleHoy.cl