Una grata sorpresa tuvieron al mediodía de ayer viernes los asistentes al paseo peatonal de Ovalle por la presencia de la Banda Sinfónica del Colegio de Artes Eliseo Videla.
Los muchachos bajo la batuta del maestro Rodolfo Alcayaga ofrecieron un notable concierto a los transeúntes, mostrando los conocimientos adquiridos en los últimos años en el establecimiento.
Habitualmente estamos criticando la “contaminación acústica” existente en ese centro comercial, a la que las autoridades locales se hacen las sordas.
Hoy aplaudimos esta “contaminación” positiva, y sería de desear que en el futuro fueran programadas otras actividades similares para que el público conozca la labor que efectúan las distintas academias en ese establecimiento. Al menos una vez a la semana debería haber una “intervención” de bandas, orquestas, grupos, coros, etc en los que los jóvenes muestran sus habilidades.
El punto negativo de la intervención del viernes fue la presencia de dos comerciantes ambulantes, instalados a pocos metros de distancia ofreciendo su mercadería de discos, que mientras los muchachos actuaban no silenciaron sus altoparlantes. Es más, una de ella se negó a la petición efectuada previamente por el Concejal Patricio Reyes, aduciendo que esa era su forma de ganarse el sustento.
El otro comerciante, ubicado en el otro extremo de la cuadra, es un vendedor de discos de Zumba. Leyó bien… ¡Discos de Zumba!!
La pregunta, señor Alcalde, señores Carabineros … ¿La Ordenanza Municipal no prohíbe expresamente la instalación de comercio callejero en el paseo peatonal?
M.B.I.