Las relaciones entre Estados llevan consigo, por esencia, la alternativa de la guerra o de la paz. Ante esto, cito a Sun Tzu que tiene una actitud hacia la guerra de extrema prudencia, sinceridad y seriedad y nos dice: “la guerra es un asunto de vital importancia para el Estado, una cuestión de vida o muerte, el camino hacia la supervivencia o la ruina” (El Arte de la Guerra, página 21). De manera que en la esencia del Estado se hermanan indisolublemente la Seguridad Nacional y las Relaciones Exteriores. Los gobiernos y la diplomacia deben estar muy conscientes que se dan muchos lazos entre lo que ocurre en el Sistema Internacional y lo que pasa dentro de cada país, a riesgo de provocar situaciones críticas o incomodas. (Sugiero leer: “Diplomáticos chilenos ¡a mejorar la calidad!”23/02/2015).
Se sabe que las reglas del juego en política internacional están imperfectas e incompletamente establecidas; que no hay maneras de hacerlas respetar y sus fallos son normalmente contradictorios en función de sus particulares conveniencias políticas, económicas y militares y no obligan a cumplirlas (caso Crimea). Además si queremos tener Poder Nacional es menester la necesidad de permanente coordinación entre lo diplomático y lo militar en todo momento en el marco de las exigencias de la Seguridad Nacional. Esto al parecer no se cumple en el Chile actual y nuestros vecinos nos ven débiles como un país psicológico y socialmente no homogéneo. Además nos ven entrando en un proceso de decadencia económica producto de destructurización de la economía a consecuencia de legislaciones erróneas.
Hoy día vivimos con unos vecinos digitados por intereses extra continentales que han acelerado un proceso de acoso a la soberanía de Chile (oscuros intereses geo políticos). Nuestro país sigue sin comprender esta situación se ha dejado enredar, engañar y ha puesto su soberanía en manos extranjeras, con las cuales ya hemos sufrido pérdida de territorio.) ( Leer: “Chile debe hacerse respetar por sus vecinos y no delegar en terceros su soberanía” 08/11/2015., “Chile, llegó la hora de tomar una actitud firme”27/09/2015., “Chile, una vez más, en el mismo dilema” 15/11/2015., Chile les debe la soberanía a nuestros Héroes”29/03/2015).
Todos los tratadistas concuerdan que los altos mandos políticos – militares deben estar siempre atentos y vigilantes para que nunca se coloque la soberanía en manos de terceros. Por ello, consideramos que Chile al demandar a Bolivia tomando el Pacto de Bogotá ha cometido un error estratégico por tres motivos fundamentales; a) cierra la puerta al retiro de dicho pacto, b) relativizar la soberanía sobre derechos adquiridos en forma natural y c) tensiona las relaciones al interior del país, debido a que hay muchos chilenos que estaban pidiendo el retiro de dicho pacto y no hipotecar nuestra soberanía.
Cuando hablamos de profundizar la democracia e inclusión de todos, como se alega en el intento de la “nueva constitución”, para ser consecuente en materia estratégica en una demanda internacional con estas características, lo menos que hubiéramos esperado de las elites mandantes, era una consulta abierta y transparente.
OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO