
En el marco de un taller de trabajo, el Consejo Regional de Coquimbo (CORE) espera definir, con la opinión de expertos, un camino conducente a adquirir un sistema creíble y confiable apropiado para la realidad de la región.
El monitoreo de la calidad de las aguas en tiempos de sequía resulta fundamental para asegurar a la población que el recurso hídrico existente sea de calidad, tanto para el riego como para el consumo humano.
En ese contexto, el Consejo Regional, preocupado de la problemática hídrica, ha recibido una serie de propuestas y ofertas de nuevas tecnologías, por parte de empresas e instituciones nacionales y extranjeras, que permitan determinar el estado y calidad de las aguas existentes en la región y tener un mejor manejo de ellas.
Una de esas empresas es CEMIS de Finlandia, representada por el doctor Anas Al Natsheh, quien expuso en la Comisión de Fomento Productivo del CORE, sobre un tipo de tecnología innovadora desarrolladas en ese país, para el tratamiento y monitoreo continuo en tiempo real, de aguas contaminadas resultantes de procesos industriales y de actividades relacionadas con la minería.
Para el consejero regional Miguel Solís, esta es una oportunidad para la región de disponer de tecnología de punta con resultados inmediatos, que permite atender las urgencias, especialmente cuando hay condiciones presumibles de concentración de minerales pesados en las aguas, y porque además es de un costo accesible para el gobierno regional.
“Ellos nos plantearon que tienen la tecnología para hacer estudio en línea, y obtener resultados de la calidad del agua en cinco minutos. Pueden tomar muestras de mercurio, sulfatos y otros metales, y además limpiar las aguas contaminadas, y ver que se puede hacer en una zona de sequía como la nuestra. Las proyecciones son enormes y creo que tenemos que evaluarla con los servicios que están relacionados con el tema, especialmente ahora, porque con la baja de los caudales aumenta la concentración de minerales pesados y habría que estar monitoreando permanentemente”, comentó el consejero Miguel Solís.
Solís indicó que con este tipo de sistemas se puede hacer monitoreo continuo, obtener resultados en tiempo real, enfrentar conflictos y superar las desconfianzas como lo ocurrido en el valle de Pupío, provincia de Choapa, debido a la demora en la entrega de resultados de muestras.
Precisa que con estos sistemas se podría operar rápidamente frente a un evento de lluvias intensas como el ocurrido en la tercera región, especialmente por la cantidad de tranques de relave existentes en la región de Coquimbo, los que en una situación extrema, potencialmente podrían contaminar los cursos de agua, pudiéndose tomar las medidas para que la gente no consuma agua contaminada.
“Se trata de una tecnología de punta que debe ser analizada con especialistas del CEAZA, ULS y Medio Ambiente, y tomar los recaudos para que de adquirirla, aplicarla en un plan piloto, evaluar su funcionamiento y si resulta positivo y es beneficioso, instalarla en toda la región, lo que nos colocaría como región pionera y líder en este tipo de tecnología y en el cuidado de nuestro medio ambiente”.
Para el consejero Agapito Santander, presidente de la comisión, el tema está íntimamente relacionado con el ámbito de la estrategia regional de Recursos hídricos solicitada por el Consejo Regional.
“Ésta contiene una serie de recomendaciones respecto de la gestión, administración y manejo de recursos hídricos, de lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer; y los caminos más rápidos para crear las condiciones para disponer de más recursos y cuidar los existentes”, precisa.
Conforme a aquello, la información aportada por la empresa CEMIS de Finlandia y otras, serán tema de análisis por parte del Consejo Regional en una jornada de trabajo con expertos del CEAZA, Universidad de La Serena y entidades públicas relacionadas con la problemática.
“Haremos un taller interno para definir lo que nos conviene como región, recogiendo la opinión de expertos en el tema y para ir creando las condiciones básicas y mínimas para tener en los cursos de agua y ríos, monitoreo y acompañamientos necesarios respecto de la calidad de las aguas y también la identificación de aquellos sitios que pueden ser causa de contaminación, como por ejemplo los relaves y para lo cual tenemos que fijar una política”, argumenta el consejero Santander.
Terminó señalando que se trata de un trabajo de largo plazo que se puede desglosar en el corto y mediano plazo, pero que permitirá definir un tipo de tecnología que sea creíble, confiable, de que la información no es manipulada ni torcida y que esté en tiempo real en los dispositivos computacionales de quienes la requieran.