El malestar ciudadano por las irregularidades en materia de financiamiento político aportado por las empresas, tráfico de influencias y corrupción ha paralizado al Gobierno y el país, sumiendo a la actividad política en un cuadro de preocupante detrimento y en una crisis de credibilidad, cubriendo todo con un velo de desconfianza. Corruptelas que nos hemos enterando de gotera. Pocos transgresores de las leyes y ética lo han reconocido.
Sucesos increíbles y confabulaciones que han superado en audiencia a las teleseries Turcas, las que son caracterizadas por lo truculentas y fantásticas. La trama es conseguir ventajas y/o el poder transgrediendo valores y/o leyes. Afianzarse con diente y muelas en el poder, mediante el uso de todo tipo de artilugios parece ser la consigna. La mentira y tapar bajo la alfombra los hechos es aún la tónica. Están implicados, según las diversas fuentes periodísticas, políticos de todos los colores, ministros, subsecretarios, jefes de servicios, funcionarios públicos y empresarios. Parece que sólo se ha salvado la señora Juanita y todos los ciudadanos del mismo pelo que miran expectantes estos acontecimientos.
La oligarquía gobernante y congresistas, muy rica con las prebendas, puestos para cónyuges y parientes; igual con honorarios ideológicamente falsos y negocios no muy Santos, se fueron alejando del pueblo, a tal punto que no supieron leer lo que solicitaban y, la coalición gobernante, tomó el camino equivocado de la soberbia y la terquedad. Los ciudadanos se dieron cuenta, que las reformas no eran las adecuadas para emparejar la cancha, pero igual los afectaba a través de mayores costos, inflación, impuestos, menos trabajo, sacrificar espacios de libertad, etc. Crearon incertidumbre en inversores y consumidores, al final una economía muy disminuida. Las encuestas lo han manifestado y la aprobación de la presidenta ha caído. El lema gobernante, pareciera ser cambiar todo para afianzarse en el poder y así continuar beneficiándose de los frutos que les reporta, lo que sumado a los hechos de corrupción, tienen al país en ascuas.
Lo más grave de esta situación, los que tienen que denunciar los casos de la arista SQM, por financiamiento irregular de la política, es una empresa que funciona con concesiones dependiente el ejecutivo, pero para llegar a la verdad, el director de SII que tiene que denunciar y está aplicado en la trama por boletear a la misma empresa o ha un operador político que obtenía dineros de SQM. ¿¡El que tiene que cuestionar es cuestionado, pero es confirmado en su cargo!? También, si estos fueron colonizados por la empresa. Igual si los dineros provenientes de empresas sanitarias y de energía terminaron en campañas políticas, sociedades que son controladas por Estado, eso significa que, “pagará Moya”, como siempre. Constatemos si existe en nuestras cuentas de agua o luz… “un ajuste de sencillo”. Los que dictaban las leyes, derechamente, las burlaron. Se “la pasaron por el aro”, dicho en buen chileno. Ya no sabemos quienes pueden ser los buenos en esta “teleserie”, al parecer, es el Ministerio Público, el que clama por mayores recursos para investigar, pero lo han tramitado. ¿Por qué? ¿En qué quedará esta trama?
La trama viene tejiéndose desde la recuperación de la democracia, antes de ese periodo, probablemente, con otros métodos y actores. En esta conjura, los supuestamente buenos, también le vendieron el alma al Diablo, al pedirle dinero a SQM, al mismísimo yerno predilecto de Pinochet, el que se hizo rico con negociados no muy Santos. El mismo que liquidó el capitalismo popular, obra social y económica culmine de ese gobierno, desarrollado con motivo de la privatización de las empresas estatales.
A la larga y la corta la mentira se descubre. En todo esto, la mentira ha primado sobre la verdad. Se ha tratado de tapar los hechos atacando como Sampaoli, pero la estrategia, el tiro le salió por la culata. No eran muy Santos para cuestionar. En esta trama, partieron cediéndole plata a CODELCO con asesorìas que no sirven para nada. A lo más, puede existir, un estudio para vender cobre a la Luna. Dineros esquilmados a los chilenos para llegar o afianzarse en el poder. Hasta ME-O, un anticapitalista, pro estatista y admirador del chavismo y su revolución socialista, también anduvo de romería por el norte. Dicen que Carlos Ominami, el ex ministro de Minería, le enseñó el camino. Los colorados, pro estatistas, siempre en contra del capital y el lucro, no están en la lista porque sus mentores están fuera del país y no creen en las bondades de la empresa privada. Pero igual, a la Universidad Arsis, le tiraron el manotazo. Como no había utilidad, al ser muy malos gestores, tomaron parte del capital de trabajo quebrando la institución. Pero el PC clama a papito Estado que se ponga con capital para pagar el hoyo.
El codiciado dinero puede mover montañas, trastocar convicciones y hasta hacer alterar la agenda política gubernamental. En la romería a pedir al norte, no iban a hacer promesas y dar propinas, al contrario, marchaban a vender sus convicciones por dinero. Me pregunto de acuerdo a Allende… ¿Si estas serian las grandes alamedas en que el hombre nuevo iba a transitar? No creo… porque para el Norte con la sequedad no existen las grandes alamedas.
Estando escribiendo este artículo, me sorprendió el anuncio gubernamental de la agenda de probidad y anticorrupción. En buena hora, puede ser que las leyes sean efectivas y no las violen. No hay que poner en la comisión legislativa a “un gato de campo”. Pero me preocupa que junto a la agenda, se plantee una reforma constituyente creando un nuevo foco de incertidumbre al seguir el camino de los tercos y soberbios. Cuando lo que sucede en Chile, es un problema de certidumbre y consecuencia, todo porque la mentira prima. Con esto no quiero decir que no es necesario reformar la Constitución, pero hacerlo, sin saber que alcances tendrá, no es lo más apropiado en este momento al agregar más incertidumbre. Más que reformas, se necesitan acciones efectivas e inmediatas para salir del atolladero, sacar a una “manga de operadores y asesores a honorarios por trabajos ideológicamente falsos, igual a los parientes, esposas de políticos, etc. Sin la verdad y mostrar acciones efectivas contra la corrupción, el nepotismo y otros males. No puede haber avance y certidumbre. No hay credibilidad… y las pedidas de perdón y explicaciones no sirven.
¿Sentido común en tratar la corrupción y transparencia con una reforma constitucional?. El sentido común, es el menos común de los sentidos, pues ante tantos errores, cometidos, hasta el sentido común no se salva, la presidenta se ha equivocado: en las reformas en orden y forma, en el Transantiago, en el 27F, en el terremoto de Tocopilla, en no aprender como afrontar los incendios de Valparaíso y los aluviones del Norte; igual, en no reparar en el nepotismo y las irregularidades que ocurren en la misma casa de gobierno, etc. Tiene que haber gestos de grandeza y liderazgo que no se han visto en este gobierno, como don Jorge Alessandri, cuando afrontó el desastre del terremoto de Valdivia; igual caso, el de Portales y Balmaceda. En todos estos personajes patrios, donde se destacaba: la consecuencia, honestidad, decisión y el liderazgo.
Los chilenos tenemos cultura de pillines, el que no es pillín es un pavo, especialmente, cuando conseguimos el poder y hemos logrado cierto desarrollo, ha salido lo más malo de nuestro Ser. Aflora la soberbia, la usura o la ventaja fácil, la ambición, etc. Pero si tuviéramos valores más firmes o arraigados, especialmente, los que nos dirigen. Sí cumpliéramos las leyes… otro gallo cantaría. No ocurriría la romería al desierto del Norte, a SQM, de políticos de izquierda y derecha atendidos como reyes en un hotel de cinco estrellas y con avión privado. ¡Qué contradicción tan trascendental, especialmente, para los primeros, porque Pinochet y su yerno predilecto, representaban al mismísimo macuco; además, siempre, hacían notar lo perverso que había sido el dictador y ganaron votos por ello. Total con la mentira se obtenían sustanciosos frutos.
Se dice que la necesidad y la poca vergüenza tienen cara de hereje. En otros casos… se han visto muertos cargando adobes… y al diablo vendiendo cruces. Igual se ha escuchado a “la señora Corrupción” golpeando la puerta de la casa de La Moneda, pero no se escuchan los tañidos o se hacen los sordos; o bien, los escuchan y se hacen los tercos (as), al igual que en el vecindario. Tratar de cambiar todo, incluso la Constitución por el progresismo, pero lograron lo contrario y la corrupción reina por su casa. ¿En que resultado quedará esta trama?
Rodrigo Carmona Castex
Ovalle, 03 de mayo 2015