Hace algunos días el Ministro en visita señor Mario Carroza dictó una sentencia de primera instancia en donde condena al General(r) Juan Emilio Cheyre a una pena de reclusión remitida, por su participación en el episodio protagonizada por la” caravana de la muerte”, aquella fatídica columna de asesinos comandada por el general Arellano Stack cumpliendo una misión institucional ordenada por Pinochet, de asesinar a inocentes ciudadanos civiles en diferentes ciudades de norte chileno.
En nuestra zona 15 fueron los mártires ejecutados en aquel aciago 16 de octubre, acá cerquita, en el Regimiento Arica en La Serena. Cinco hijos de Ovalle fueron ejecutados sin juicio, sin defensa es decir, simplemente asesinados por la metralla fascista.
La sentencia que condena al alto oficial, otrora Comandante en Jefe del Ejército, trae a la memoria muy tristes recuerdos. Dentro de los ajusticiados ,están entre otros, mis inolvidables amigos: Jorge Jordán Domic fusilado en el Regimiento serenense y Mario Silva Iriarte Gerente de Corfo de Antofagasta ejecutado por la citada caravana. Mario amigo personal del Jefe de Plaza nortino, el General Lagos, encontrándose de paso en Santiago, el propio General le aseguró se presentara en Antofagasta pues no había cargos pendientes a su persona. Pagó con su vida el compromiso político de luchar por una mayor justicia social y por creer en la palabra de un General de la Republica, este último atropellado en su mando por los asesinos de la llamada caravana.
Con la sentencia condenatoria al General Cheyre .¿ Se hace justicia? Evidentemente que NO. Solo con ello se pone de manifiesto en especial quienes vivimos los traumáticos acontecimientos que, debemos rememorar todos los atropellos a los derechos humanos cometidos sistemáticamente por el Estado chileno a sus ciudadanos que apoyaron conscientemente al gobierno del Presidente democráticamente electo el Dr. Salvador Allende y que consecuente con su pensamiento llevó a cabo su programa de gobierno prometido al pueblo chileno como se sabe abortado por el golpe de Estado del 11 de septiembre.
¿Entonces por qué es tan importante la sentencia condenatoria de General Cheyre?. Porque y según la sentencia del juez Carroza “no hay certeza de que haya participado con actos anteriores o simultáneos a la ejecución de las víctimas y que no tuvo parte en la ejecuciones ni como actor ni como cómplice” pero, habría facilitado a los ejecutores “los medios para ocultar los efectos del delito suministrando además un cobijo noticioso”. Es decir Cheyre en su calidad de Teniente de Ejercito, asi como muchos efectivos de la FFAA. y de Carabineros además de un enorme cantidad de ciudadanos civiles de hecho fueron cómplices activos del golpe de Estado y de las persecuciones posteriores a la que fueron sometidos esa enorme masa de chilenos partidarios del gobierno de la Unidad Popular.
En aquellos años las listas de perseguidos por el régimen eran desplegadas por una cantidad de ciudadanos civiles para congraciarse con los militares . Muchos tomaban venganza delatando a sus colegas de colegios, hospitales, oficinas públicas, campesinos, obreros, profesores, industriales, mineros y un largo, etc., transformándose en los nuevos testaferros del régimen. Aún se recuerda como ilustres patricios de la zona, respetados agricultores, (Rio Mostazal, comuna de Monte Patria) fueron vejados por funcionarios menores de carabineros solo por no delatar.
¿Y qué pasaba con los tribunales de justicia chileno? Simplemente no tuvieron ni una sola acción de protección a la ciudadanía vejada, violada en sus derechos, atropellada. Quizás hoy parecería inverosímil pensar que el Sr. Ministro Presidente de la I. Corte Suprema de Justicia a un señor oriundo de las Ramadas de Tulahuèn, a propósito de la vejación y atropello de los Derechos Humanos de parte de los militares lanzó una frase para el bronce que manchara eternamente a la justicia durante la dictadura militar: “Me tienen” curcuncho” con eso de los derechos humanos”.
Entonces y a propósito de la condena del general Cheyre debemos cada vez que sea posible recordar y con mucha fuerza los aciagos 17 años que vivimos los chilenos bajo la dictadura de Pinochet, y recordar a los jóvenes los atropellos a la ciudadanía de parte del poder militar. Recomendar que no dejen de informase de aquellos triste años de sufrimiento, de vejámenes, de atropello a los Derechos Humanos, que Chile vivió en dictadura. Eso es indispensable para que una dictadura militar nunca más se repita en nuestra patria. Existe suficiente información: Comisión Rettig, Informes, Museo de la Memoria, literatura, cine, y lo más importante las vivencias de quienes vivieron y sufrieron de aquellos infaustos años en donde el imperio de la ley estaba en manos de unos pocos privilegiados que abusaban sistemáticamente del poder que le entregaban las armas.
La democracia con todas sus imperfecciones es el mejor sistema político para vivir en sana convivencia. En democracia ha sido posible condenar al poderoso General(r) de Ejército Juan Emilio Cheyre ex comandante en jefe del Ejército chileno.
Iván Ramírez Araya
Rucahue/Chomio, Región de la Araucanía
14 de Noviembre 2018