Chile debe revalorizar su condición marítima, debido a la importancia que ha tomado la Cuenca del Pacífico (abarca 180 millones de Km2 y un 35% de la superficie de la tierra).
Recordemos que somos soberanos de los dos pasos naturales de comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico por medio del Estrecho de Magallanes y el Paso Drake. Aunque hoy en día, el Canal de Panamá (Chile es el segundo país que utiliza esta vía y se mueve entre el 40% y 50% del comercio exterior chileno), pero es quien absorbe la carga naviera y por ende, debemos buscar la forma de tener mayor presencia en el circuito económico mundial.
Por la cantidad de litoral que tiene nuestro país (unas 3.317 millas o 4.500 Kms. Sin contar el territorio antártico y las costas de sus posesiones insulares), nosotros deberíamos tener una “conciencia marítima”. Recordando que siempre se ha dicho, “que vivimos de espalda al mar”. Según Juan Salazar Sparks, Chile entre 1973-1990 realizó una apertura al Pacífico, ya que era una imperiosa necesidad geopolítica. En el periodo 1990 con los gobiernos de Aylwin y Frei el objetivo era concretar la presencia en la región y hoy en día la Cuenca del Océano Pacífico se está transformando en un centro mundial de la actividad económica y política.
Revisando el informe “Logística y Puertos: Una plataforma estratégica de desarrollo para Chile. Julio 2015, apreciamos que hay un déficits de infraestructura de puertos y transporte anexado a una situación de saturación y congestión en los corredores logísticos. También se plantea que las instalaciones portuarias fueron por demandas puntuales sin una adecuada planificación territorial ni un desarrollo portuario sustentable.
Paralelo a ello, hoy aparecen conflictos o controversias medioambientales y sociales entre las instituciones portuarias y las ciudades que albergan la cadena logístico-portuaria, que en ocasiones afectan la actividad.
De allí, que nos preocupa que la Región de Coquimbo que tiene una posición estratégica, no tenga claro cómo se va a insertar, considerando que se dice que con el Túnel de Agua Negra esto se arreglaría. Pero, eso no es así, debido a que el puerto de Coquimbo tiene muchas falencias pese a que por los medios, se anuncia que será una de las mejores temporadas por el presupuestado arribo de casi 50 barcos fruteros en la temporada (debido a la baja de tarifas y con ello, los productores no embarcaran en la región de Atacama) y la presencia de algunos cruceros (los que desvían desde Valparaíso por entorpecer los procesos de trasvasije de mercaderías y además produciendo una merma en las ganancias (3/1) de la Empresa concesionaria.
Pero en realidad, es mínima la importancia actual de este puerto y no se visualiza a futuro que pueda cambiar, a lo más, podrá convertirse en puerto de cabotaje menor. De allí, que urge la creación de un Puerto Mayor en la costa de la Región de Coquimbo que cumpla los requisitos de tener vías de acceso, espacio de maniobra, calado, puerto seco y con ello, lograr rendimientos y costos de transferencia que resulten atractivos para el comercio de ultramar.
OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO