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Coronavirus: podemos transformarlo en una Oportunidad

Este desafío demanda un nuevo pacto político y económico, que deje las mediocres diferencias de lado, que abarque todo el espectro, para que, de esta manera, hagamos renacer nuestra zona.

Los distintos coletazos que ha dejado la pandemia en nuestra región o, dicho de otra manera, las externalidades negativas que ha dejado el Covid-19 en nuestro territorio, van en distintas direcciones; tenemos las sanitarias, sociales, políticas y económicas, por decir algunas de las más visibles y percibidas por la ciudadanía. En este sentido, pienso que se hace sumamente necesario poder abordar la dimensión económica, que tanto afecta en una sociedad como la nuestra y que, necesariamente, hay que solucionar cuanto antes.

Hace un par de semanas atrás, el Instituto Nacional de Estadísticas INE, dio a conocer, entre otras informaciones, las cifras de desempleo del país, las cuales llegan a un alarmante 13,1% en el trimestre mayo, junio, julio, del presente año, que se siguen disparando cuando vemos la realidad regional que, lamentablemente, alcanza a un histórico 14, 7%, convirtiéndose así en la cifra más alta a nivel nacional.

De aquí, cabe hacerse la siguiente pregunta, ¿por qué somos la región del país con mayor desempleo? Claramente, esta pregunta da para hacer un seminario de un día completo probablemente, atendiendo a la historia del desarrollo económico de la región, cuáles han sido los sectores productivos que mas sustento generan a la economía local y que se han visto afectados por la pandemia, entre otros elementos que habría que analizar y discutir.

Por ello responder esta pregunta totalmente en pocas líneas, a lo menos, sería algo bastante irresponsable y hasta soberbio, por lo tanto, pienso que solo lo que queda por hacer es, primero que todo, sumarse a la búsqueda de las mejores soluciones para sortear este complejo escenario, esperando que quienes hoy detentan el poder, generen los espacios para hacerlo, y por otra parte, realizar el fraternal y humilde llamado a los expertos, académicos, técnicos y por sobre todo a los gobernantes, a que en poco tiempo puedan realizar el análisis de lo que hasta ahora sucede en materia económica en la región, y de ahí, se comprometan y comiencen a generar una serie de medidas que vayan en directo beneficio de la economía local, de las pymes, de las familias, de los emprendedores, de todos aquellos que realmente mueven en el corto plazo la economía, para luego empujar medidas y proyectos que generen estabilidad y puedan nuevamente poner en pie a la Región de Coquimbo.

¿Por qué no pensar en un programa de reactivación económica para las pymes de la región, en donde los departamentos de fomento productivo de los municipios, los centros de desarrollo de negocios, los gremios, organizaciones, puedan acomodar a su realidad este beneficio? ¿Por qué no reponer los empleos de emergencia que tanto solicitan las municipalidades de nuestra región y que serían un tanque de oxígeno para las familias más humildes? ¿Por qué no generar mas transferencia tecnológica en la población para que podamos generar una cultura económica mucho mejor de la que tenemos? ¿Por qué no recurrir a través de diferentes instrumentos y herramientas con los que cuenta la región, a nuevas fuentes de inversión para el mediano y largo plazo?

Estamos en los peores momentos económicos en nuestro territorio, y como tal, necesitamos a las y los mejores para salir de esto. Pienso que se necesita liderazgo y un plan concreto, que se dé a conocer a toda nuestra región, que incorpore la mirada de los territorios, su gente, sus municipios, sus características, las necesidades y se dispongan de todos los recursos para superar esto. Ello implica salir, conocer la realidad, no solamente sesgarse en el ámbito sanitario, que claramente es prioritario, sino que también priorizar el ámbito económico, entendiendo este, como un elemento esencial para la subsistencia de nuestra comunidad. Se necesita conocer la necesidad de la gente, empaparse de los problemas, conmoverse, entender en dónde y como hoy se está.

Este desafío demanda un nuevo pacto político y económico, que deje las mediocres diferencias de lado, que abarque todo el espectro, para que, de esta manera, hagamos renacer a nuestra Región y que nuevamente vuelva a brillar como la Región Estrella que hace no mucho logramos ser.

Por Wladimir Pleticosic Orellana
Docente y ex Gobernador de Limarí

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