El individuo arrojó una cuchilla al piso, y en el interior del móvil le fueron encontradas herramientas de “trabajo”.
Personal de servicio de carabineros de Ovalle en motos todo terreno efectuaban a las 17.25 de ayer lunes un patrullaje preventivo por el pasaje Gregorio XVI en Villa La Paz, en la parte alta de la ciudad cuando sorprendieron a un individuo conduciendo un automóvil con actitudes sospechosas.
Al pretender fiscalizarlo el sujeto huyó del lugar, siendo alcanzado a pocos metros del sector y obligado a detenerse. Al descender del móvil, arrojó al suelo un cuchillo de 29,5 cm , huyendo a pie para introducirse en su domicilio de calle Camilo Mori, desde donde fue detenido por los uniformados.
Al proceder a la revisión del automóvil los policías encontraron en el interior especies y herramientas destinadas para la comisión de delitos, consistentes en un diablo, un napoleón, un destornillador, y veinte amarras plásticas de seguridad.
El detenido Cristian Misael Zepeda López, de 29 años, conocido delincuente con una significativa cantidad de condenas por distintos delitos, la mayoría contra la propiedad, en la mañana de hoy fue requerido en el Juzgado de Garantía por dos delitos. Uno de ellos porte de arma corto punzante, y el otro, tenencia de elementos destinados a cometer ilícitos, por lo que el Fiscal Herbert Rohdes está solicitando penas de 270 días de reclusión en cada uno de ellos.
Sin embargo en la oportunidad fue programada una nueva audiencia para efectuar un juicio Simplificado, para el 13 de mayo próximo a las 9.00 horas.
CON CUATICA
Durante la audiencia y luego en el exterior del tribunal el requerido, junto a sus familiares, efectuaron denuncias de un presunto procedimiento ilegal de carabineros que – afirman – ingresaron ilícitamente a la vivienda para detenerlo, rompiendo a puntapiés la puerta de calle y, una vez en el interior golpeando a menores de edad que estaban en el lugar.
Mientras un familiar de Zepeda grababa con su celular el audio de la audiencia, el mismo requerido al ser dejado en libertad, regresó al tribunal para exigir casi gritando a la encargada de la atención de público la identidad de los carabineros que habrían atacado a sus hijos. Sólo la intervención de los guardias del recinto lo motivaron a hacer abandono del lugar.
Lo contradictorio con su versión es que su defensor, el abogado Marco Jurin (habitualmente muy puntilloso al respecto), no hizo objeción en la audiencia al procedimiento policial.
Por su parte el fiscal Herbert Rohdes dijo no tener antecedentes que Zepeda López hubiera atacado con su cuchilla a personal policial como circuló en las horas previas, incluso en versiones de prensa.
