Ésta semana nos enteramos que la ex Presidenta Michelle Bachelet, fue nombrada como alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, situación que en nada me enorgullece, como así manifestaron diversos Ministros de Estados del actual Gobierno, sino por el contrario, lamento profundamente las palabras del Gobierno, al éste manifestar su alegría por ésta nominación, pues con el sólo hecho de ver el estado en que entregó el Sename, nos da luces al menos que Bachelet no es la persona más idónea y adecuada para el cargo.
Sin ir más lejos, el 15 de enero del presente año, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), vivió una compleja situación, al tener que ese día discutir acerca de distintos informes dentro de los cuales se encontraba la misión de observación a Centros residenciales de protección de la Red Sename, pero que curiosamente tras una solicitud realizada por el propio consejo, hizo cambiar el panorama de discusión, pasando a programarse una sesión extraordinaria para abordar supuestas irregularidades cometidas por el director del organismo, quien finalmente fue destituido, no hablándose así del informe en sí o de las muertes y cuidados miserables de cientos de nuestros niños y jóvenes.
De hecho se dice que precisamente se buscó retrasar la discusión y publicación del informe elaborado por el INDH, puesto que las crudas conclusiones sobre cómo viven los menores en los centros del Sename, se podría convertir en una “mancha” en el historial de Bachelet para su retorno a la ONU, lo que finalmente sucedió, pues quedaran bajo el tapis hasta hace poco que se dio a conocer que las violaciones de los derechos de los niños que ocurren en la Institución son responsabilidad del Estado.
Más bien se puede decir que es una situación que me avergüenza, pues ha guardado un silencio cómplice y que lo más probable es que seguirá guardando, en relación a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua; sino ¿Por qué será que tanto Cuba como Venezuela la felicitaron y defendieron su nombramiento como alta comisionada de DDHH?. Dicha situación no se dio precisamente porque Bachelet fuera la persona más capacitada para ocupar el cargo. De hecho la propia ONG de DDHH UNWatch cuestionó el nombramiento de Bachelet en la ONU por su poco, por no decir nulo compromiso con defender los Derechos Humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, al ver su largo historial frente a éstos países.
Por ejemplo frente a la dictadura cuba no sólo ha elogiado a su “Gobierno”; sino que se ha negado constantemente a reunirse con los defensores de los DDHH disidentes durante sus innumerables viajes a Cuba, ésta descartó en su último viaje a la isla el reunirse con la disidencia cubana, en especial con las Damas de Blanco. Que son hombres y mujeres cuyos derechos han sido y son violados sistemáticamente por un régimen familiar que existe y que se extiende por casi seis décadas, situación que fue expuesta también por doña Rosa María Paya y también nos encontramos con sus condolencias a Raúl Castro por la muerte de su hermano Fidel, de “un líder por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina”. Situación que es completamente diferente a la realidad.
Lo mismo ocurre cuando nos referimos a la dictadura de Venezuela al calificar tanto a Hugo Chávez como a Nicolás Maduro como “personas que sienten un profundo amor por su pueblo, por los desafíos de la región para erradicar la pobreza y por generar una vida mejor para todos”. La verdad no sé si Bachelet vive en un universo paralelo, es ciega, se hace la ciega o que es lo que sucede; puesto que desgraciadamente el pueblo venezolano agonizada día a día, donde se arrestan a los opositores sin darles el derecho a un juicio justo, no existe eso de generar una vida mejor para todos, sino lo que se genera es todo lo contrario.
Y respecto a la situación que está ocurriendo en Nicaragua, podemos ver como en los últimos meses en que el régimen de Ortega ha asesinado a cientos de manifestantes, la cuenta de Twitter de Bachelet no contiene ningún comentario que se refiera a Nicaragua o a sus víctimas.
Por otro lado Bachelet, no sólo ha guardado un silencio cómplice de éstas dictaduras, sino que además elogió las tiranías comunistas de Erich Honecker en Alemania del Este y Vietnam del sur, mientras aún era Presidenta de la República, Bachelet declaró que uno de sus personajes favoritos era Ho Chi Minh, declaración que iba más allá de cualquier protocolo o de cualquier declaración de buena crianza. Puesto que su predilección estaba puesta en un hombre que, como ha dicho anteriormente Joaquín Fermandois, “usó el asesinato sistemático como arma privilegiada y una vez en el poder, ejecutó a centenares de miles, de ‘enemigos del pueblo’ y otros muchos más languidecieron en campos de reeducación”. Esto no hace más que dar cuenta de la personalidad mezquina, oculta, doble estándar y siniestra.
Por lo mismo su nominación en la ONU es francamente inexplicable, debido a todo lo anteriormente relatado y que inclusive, la propia ONU, le sindicara responsabilidad en casos de violaciones de DDHH en Chile.
Susana Verdugo Baraona