La Asociación de Municipalidades Rurales del Norte Chico ha dado a conocer una declaración pública en la que solicita desalar el agua de mar para su uso en la bebida y no para uso industrial. El texto es el siguiente:
La Asociación de Municipalidades Rurales del Norte Chico, con relación a los graves efectos que está teniendo la falta de agua en la región de Coquimbo, asume el compromiso con las familias afectadas y hace un llamado a la búsqueda de soluciones permanentes al apremiante problema, pues no podemos dejar a su suerte a las familias que por generaciones han construido esta región y el país, que legítimamente se resisten a dejar sus localidades rurales, que han hecho fértil la tierra que alimenta a las ciudades y que hoy necesitan de todos nosotros.
Una acertada descripción de esta situación hace el Gobierno Regional de Coquimbo en el Plan de Emergencia por Escasez Hídrica 2014, que dice: “estamos en una catástrofe que se ha agudizado en los últimos años, afectando de manera muy dramática a milesde familias que habitan en las zonas rurales, principalmente a los más pobres, cuyas necesidades vitales están siendo amenazadas: el agua para la bebida; la falta de alimentos; la pérdida de empleo o de su pequeña actividad agrícola; el forraje y agua para sus animales.”
Sin embargo termina el año y la situación empeora. Las medidas paliativas no han sido suficientes para mitigar los efectos de la catástrofe. Nuestra gente se empobrece y se ve forzada a abandonar el campo o soportar condiciones infrahumanas.
Por lo expuesto, el Directorio de nuestra Asociación acordó hacer propios los planteamientos del Concejo Municipal de Combarbalá, de no cesar en los esfuerzos por solucionar el problema de escasez hídrica y compartimos que la solución debe venir de todos los que formamos el Estado de Chile, al que le hemos asignado asumir ante las catástrofes y el deber de velar por el bienestar de todos chilenos y de los territorios donde vivimos.
Se debe resolver el problema con medidas de fondo y una de ellas es desalar el agua de mar para su uso en la bebida, la higiene y la producción que realizan las familias campesinas que viven en el secano o que estando bajo cota de canal han quedado excluidas injustamente de la propiedad del recurso. La desalación del agua de mar debe ser una prioridad del Estado, tanto en la inversión como en la distribución a quienes la necesitan.
No recurramos al mercado para un problema que tiene que ver con la vida. No entreguemos el agua de mar a empresas privadas, sino que seamos solidarios y asumamos como país la construcción y operación de plantas desaladoras que ayudaran a detener el desierto, a ocupar nuestro territorio produciendo alimentos y con ello a seguir existiendo como sociedad rural.
Directorio
Asociación de Municipalidades Rurales del Norte Chico.