InicioSin categoríaDespenalización del aborto: Lo oculto del engañoso proyecto 

Despenalización del aborto: Lo oculto del engañoso proyecto 

«El  objetivo de este proyecto, no es otro sino el satisfacer  el supuesto derecho de decidir lo que pueden realizar con su vientre las mujeres que se ven afectadas por embarazos no deseados, conducta que incrementa adeptos y que facilita su cautividad bajo la promesa de defender sus postulados. Nadie tiene el derecho a decidir sobre qué ser humano debe vivir y quien debe morir, y el deber elemental de la sociedad es preservar y proteger la vida humana, por lo cual la  iniciativa, solo constituye el  relanzamiento de quienes son partidarios de legalizar el aborto en Chile.

Cuando se invoca la causal de “garantizar  la  vida de la madre”, excusa a la que el gobierno y los legisladores afines citan,  para aprobar el aborto terapéutico, se recurre a un falso dilema, ya que cuando está en riesgo la vida de la madre, no existe inconveniente alguno para realizar  todos los tratamientos que permiten salvar esa vida, por lo cual, si como consecuencia indirecta de los mismos fallece la guagua, nadie considera que estamos frente a un acto ilegal o susceptible de reproche.

Por otra parte, los otros casos aducidos en el proyecto de gobierno, constituyen también aborto. En ambas circunstancias hay un ser vivo y los que plantean la legalización  del aborto, son pretensiones de que esa vida pueda terminar como consecuencia, precisamente, de la práctica de un aborto». En este proyecto de ley será importante conocer la definición valórica que adopte Michelle Bachelet,  para que los  chilenos sepan a qué atenerse en estos temas que tienen tanta importancia», ya que sinceramente como médico y pediatra, estimo que esta no es la forma correcta de ayudar a las mujeres vulnerables con embarazos no deseados.

Es sabido que existen regímenes,  en que la protección de los derechos de la ciudadanía, pasan a segundo plano cuando se contraponen con sus idearios políticos; pero en Chile la protección de la vida humana, ha sido defendida de tal forma, que la “Objeción de Conciencia”, ha sido piedra fundamental para garantizarla. El  propio ex presidente Eduardo Frei,  durante su  mandato recurrió a este precepto moral  para  conmutar la “pena de muerte” por presidio perpetuo, a Cupertino Andaur,  quien asesinó y violó al menor Víctor Zamorano Jones, el año 1992,  uno de los más brutales crímenes  de que se tenga memoria en nuestro país.

Por otra parte, el ex presidente Ricardo Lagos, en la Reforma Procesal, garantizó los derechos de delincuentes, de forma tal que incluso sobrepasaron los derechos de las víctimas, lo que en muchos casos  ha dificultado a las Fiscalías el obtener sanciones para los responsables. Por ello, preocupa  mensaje presidencial adjuntado a la iniciativa que señala que la modificación «busca privilegiar el deber de confidencialidad por sobre el deber de denuncia ante una interrupción del embarazo realizada por la mujer o por un tercero con su consentimiento»., para asegurar  con ello, que la relación médico-paciente no esté condicionada por la amenaza penal.

Resulta extraño, que se defienda supuestos derechos de quienes decidan abortar, mientras que un grupo del poder gobernante pretende obligar a la Universidad Católica ¡que defiende la vida!, a practicar abortos en su red de salud, lo que demuestra que parte de nuestra clase política no se distingue por tomar decisiones en conciencia, sino que por tomarlas por “conveniencia ideológica y populismo”.

Susana Verdugo Baraona

*La autora es médico pediatra y fue Gobernadora de Limarí.

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