Gonzalo Escobar, académico universitario, considera que la Navidad es una excelente oportunidad para conversar sobre el ahorro y la planificación de los gastos.
Se acercan las celebraciones de fin de año, un periodo en que las familias enfrentan mayores gastos y compromisos financieros, por lo que surge la pregunta de cómo transmitir a los niños y niñas el valor real del dinero y cómo funciona la economía del hogar, para así ayudarles a desarrollar una relación más consciente con el consumo y evitar que asocien la felicidad únicamente con lo material.
Gonzalo Escobar, académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), considera que la Navidad es una excelente oportunidad para conversar sobre el ahorro, la planificación y el significado profundo de compartir más allá de los regalos.
“Enseñar economía desde la infancia es importante. Primero, porque a los niños les enseñas a conocer el valor del dinero, además del esfuerzo y sacrificio que los padres tienen que hacer por trabajar, y claramente, la planificación de los gastos”, sostiene Escobar.
El economista destaca el hecho que “mientras más temprano sea el aprendizaje, más probable es que este se pueda transformar en un hábito y volverse permanente, por lo tanto, es posible que los niños comiencen a desarrollar el ahorro a partir, por ejemplo, de su mesada o los regalos que reciben, fomentando la responsabilidad en la toma de decisiones”.
Necesidad versus deseo
Con respecto a las estrategias que recomienda para explicar a los niños cómo se gana el dinero y por qué no siempre se puede comprar todo lo que se desea, el académico sugiere utilizar ejemplos cotidianos. “Explicarles por qué los padres van a trabajar y mencionarles que ese dinero que obtienen por su trabajo sirve para pagar la casa, los alimentos, la ropa, y para que él o ella pueda ir al cine, a un zoológico o a algún parque de entretención”.
“En épocas como Navidad o fin de año -agrega-, hay que explicarles que los recursos o el dinero que ganan los padres son limitados, y que por lo tanto, hay que tener prioridades”, haciéndoles saber por ejemplo, la necesidad de elaborar listas de regalos y de ordenar los gastos.
El profesor Escobar también enfatiza en la importancia de enseñar la diferencia entre necesidad y deseo en un lenguaje que los niños y las niñas puedan entender. “Uno lo puede explicar de la siguiente forma: todos necesitamos dormir, comer, vestirnos para vivir, etc., pero en la práctica, también queremos tener un juguete, un dulce o una bicicleta porque nos gusta y no porque los necesitemos, tratando de inculcar que lo primero que uno debe cubrir son las necesidades y después, con los ahorros, posiblemente puedes adquirir o cumplir los deseos”.
Asimismo, recomienda involucrar a los hijos en la planificación de los gastos navideños, participando la organización de los presupuestos y pidiéndoles ir viendo si estos se van cumpliendo o no, de manera de inculcarles el ahorro.
Por último, el economista señala que la enseñanza de finanzas personales va más allá de la familia y que el rol de los colegios es fundamental, ya que en el aula se pueden ir incorporando algunos conceptos de educación financiera en ciertas asignaturas que los niños y adolescentes reciben como parte de su formación.

