InicioActualidadCrónicaEl Quijote nuevamente en la incertidumbre: debe abandonar su actual ubicación

El Quijote nuevamente en la incertidumbre: debe abandonar su actual ubicación

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Marcelino Cortés, actual propietario del Restaurante.
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A este edificio se trasladaría el restaurante. Su dueño está seguro que sus clientes lo seguirían.

Una vez más el popular restaurante de calle Arauco ve amenazada su subsistencia cuando en los próximos meses tendrá que abandonar su actual ubicación.

Emplazado desde hace setenta años en la calle Arauco, casi esquina de Vicuña Mackenna, El Quijote es un lugar no sólo de reunión de quienes deseen compartir con los amigos una cerveza  o  un vaso de vino, almorzar , o disfrutar de una cena con platos típicos de la zona, sino además un punto de encuentro de artistas, escritores y músicos de la ciudad.

Nacido con la familia Delanoé, posteriormente pasó a la administración del empresario español, José Requena,  “Pepillo”,  que lo regentó  durante treinta años, hasta finalmente pasar a la propiedad de Marcelino Cortés Alucema.

Hoy la empresa propietaria del edificio en el que se encuentra, así como de toda esa esquina de Vicuña Mackenna y Arauco, ha decidido efectuar una remodelación del inmueble , o construir uno nuevo, y hará uso de sus derechos.  Más aún cuando, algunos de los arrendatarios no han podido cumplir con los pagos en los últimos meses.

Marcelino Cortés confirma que tendrá que abandonar la actual edificación, pero los propietarios del inmueble le han ofrecido trasladarse en las mismas condiciones a otro edificio ubicado en calle Miguel Aguirre, casi al llegar a Tangue, donde en algún momento funcionó la sede de Renovación Nacional.

“Es un local grande, con varias dependencias, que podría servir si se le hace los arreglos y yo me iría para allá. Yo creo que nuestros clientes nos acompañarán hasta allá ”, agrega Cortés.

Cortés sin embargo añade que la idea es que une vez se esté instalado, traspasar el negocio a una tercera persona (que ya está interesado en él) , siempre y cuando se les garantice la permanencia a largo plazo en el lugar. Y que, por supuesto, el nuevo concesionario también garantice la persistencia del tradicional local en el tiempo y que El Quijote no desaparezca.

Lo cierto es que El Quijote vuelve a cabalgar hacia un futuro lleno no de molinos de vientos o gigantes, sino que de incertidumbres sobre su futuro.

OvalleHoy.cl