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El tontorrón que anda por la ciudad con la radio a todo volumen

El año pasado di  inicio a una exposición de las cosas que más detesto de los conductores ovallinos, y empecé por referirme al tontorrón de la bocina y luego, al que estaciona su vehículo en cualquier parte, sea o no autorizada para ello.

Hoy me referiré al tontorrón que va por las calles en su vehículo con la radio a todo volumen, ayudando a la contaminación acústica de la ciudad.

¿No le ha ocurrido estar de madrugada durmiendo en su casa cuando escucha a dos cuadras de distancia que se aproxima un vehículo con su sistema de sonido a todo volumen y que cuando pasa frente a tu ventana hace trepidar todos los vidrios?. Luego se aleja despertando a medio mundo a cuatro cuadras a la redonda.

¿O que está en una esquina esperando que le den la luz verde del semáforo y se detiene a su lado un tipo , con las ventanas abiertas, y la radio a tal volumen que hace imposible conversar?. Y el tipo, con una cara de Neanderthal parece transportado a un mundo paralelo mirando hacia adelante. ¿Es que no se da cuenta que molesta?

Entendería si escucha Aida, o el Nessum Dorma, o a Chopin… Pero es algo que dice “A mi gata le gusta la gasolina (dame mas gasolina!)/  Como le encanta la gasolina / a mi nena le gusta la Gasolina..” Todo acompañado con el infaltable BOM-BOM-BOMM que se escucha a una cuadra.

El equipo de radio o de sonido en un automóvil está concebido como una manera de hacer más grato el tránsito de un punto a otro de la ciudad, de regreso del trabajo; o el viaje a una ciudad distante. La radio encendida con la música preferida, ayudan a relajarse y a hacer más corto el trayecto.

¿Pero una radio a todo volumen? ¡Por Dios!!

¿Está prohibida esta práctica por nuestra Ley de Tránsito?

Usamos Google para saberlo, pero para mi sorpresa no aparece por ninguna parte. Encontramos reglamentaciones en España, Argentina, Costarica, Colombia, et, Pero en Chile… nada.
En cambio sí hay decenas, cientos de ofertas de empresas y casas comerciales que te ofrecen equipos monstruosos de sonido para instalar en tu carro. Algunos que tienen el doble de valor de la misma máquina.

Es así que por nuestras calles circulan decenas de vehículos de todo tipo dotados de equipos de sonido que ya te los quisieras para tu casa. Jodiendote la vida en las calles, durante el día, y, lo que es peor, jodiéndote en las noches mientras duermes.

El triste consuelo es que con ese bombardeo de decibeles el tontorrón en veinte años más terminará con el cerebro hecho papilla (si es que no lo tiene ya) y los tímpanos como gelatina y tendrá que usar una trompilla para oír lo que le dice su vecino.

En el intertanto habrá que soportarlo.

La próxima semana seguiré con el tontorrón que habla o chatea con el teléfono celular mientras maneja y hace todas las maniobras como esquivar transeúntes,  con  una sola mano. ¿Lo conocen?

M.B.I.

OvalleHoy.cl