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Entre el dolor y la sin razón

El fallecimiento de un joven de 21 años en un accidente automovilístico en la ruta D- 45 que conduce a Socos ha sumido en un profundo dolor a su familia y amigos.

En la tarde de ayer el féretro con sus restos fueron trasladados hasta su domicilio en la calle Augusto D´Halmar de la población Fray Jorge, lugar hasta donde llegaron cientos de personas a acompañar y entregar sus condolencias a su familia.

A través de redes sociales en las ulrimas horas se ha entregado numerosas versiones de las causas del accidente, algunas muy inexactas, lo que ha sido reprochado por amigos y familiares del fallecido, llamando a respetar el dolor de la familia, lo que es muy comprensible y elogiable.

Sin embargo los que de “respeto” saben muy poco son amigos del fallecido, propietarios de autos arreglados que durante varias horas en la tarde del lunes ofrecieron un verdadero espectáculo de “destrezas” automovilísticas tanto en la esquina de calle Yungay con Augusto D’Halmar como en la esquina con la avenida La Chimba. “Aserruchadas” de motor, derrapadas, piques de velocidad que se prolongaron alrededor de una hora  hasta que pasadas las 19. 45 horas llegó Carabineros a tratar de imponer orden, si no cordura.

Según muchos, este era un “homenaje” de los amigos del fallecido que partió de manera tan triste y prematura. Una especie de tributo póstumo, de manifestación de respeto.

¿Pero quién respeta el derecho de los vecinos del sector que, aun entendiendo y solidarizando con el dolor de la familia, también merecen vivir con tranquilidad, más aun en un día festivo?

Hasta no hace mucho tiempo que el silencio – esos cortejos interminables que seguían a las carrozas fúnebres-  eran un símbolo de respeto. Y todos a su paso, se descubrían la cabeza y miraban con deferencia rogando para que el fallecido tuviera un buen tránsito hacia el otro mundo.

Hoy ese respeto se ha perdido… y solo queda el dolor de la familia.

M.B.I.

OvalleHoy.cl