La Comisión de Forma de Estado presentó su primer informe. Sólo ocho normas fueron rechazadas y volverán a la comisión.
El Pleno de la Convencional Constitucional votó, en una maratónica jornada que se extendió hasta la madrugada, 36 artículos emanados del informe de la Comisión de Forma de Estado, Ordenamiento, Autonomía, Descentralización, Equidad, Justicia Territorial, Gobiernos Locales y Organización Fiscal referidas al bloque 1 sobre la forma jurídica del Estado, competencias y regiones.
El informe fue presentado al Pleno por los coordinadores Adolfo Millabur y Jeniffer Mella y luego de 10 horas de deliberación y votaciones, los constituyentes aprobaron 28 artículos, y rechazaron los restantes 8.
En las exposiciones previas a la votación, los convencionales compartieron de manera transversal el diagnóstico del alto nivel de centralismo que tiene el país, pero marcaron diferencias respecto de cuál es el mecanismo para corregirlo.
Normas aprobadas
En primer término, se aprobó la norma que señala que Chile es un Estado Regional, plurinacional e intercultural, conformado por entidades territoriales autónomas, en un marco de equidad y solidaridad.
La propuesta de establecer un Estado Regional tiene como objetivo dejar atrás la actual forma jurídica de un “Estado Unitario”.
Al respecto, el convencional Claudio Gómez, explicó al Estado Regional como “un mecanismo, una forma intermedia entre el Estado unitario y el Estado federal, cuya finalidad es entregar autonomía a las entidades territoriales con el objetivo de terminar con históricas inequidades territoriales que hemos tenido en nuestro país”.
Cabe recordar que las Constituciones de 1833, 1925 y 1980 consagraron a Chile como un país con un “Estado unitario”, por lo que la actual propuesta jurídica se enfoca en cambiar la mirada sobre la distribución territorial del poder, por medio de la creación de regiones autónomas, comunas autónomas, autonomías territoriales indígenas y territorios especiales.
“Buscamos consagrar a los territorios como verdaderas comunidades políticas. En el caso de las regiones autónomas, para lograr que puedan tener una autonomía real, se propone la existencia de un órgano regional con potestades legislativas exclusivas sobre materias de competencia de la región y autonomía financiera para sus ingresos y gastos que descentralice financieramente el país”, puntualizó la constituyente Tammy Pustilnick.
Otra norma aprobada que introduce un nuevo concepto, es la referida al Maritorio. Al respecto, la convencional de Escaños Reservados del pueblo Rapa Nui, Tiare Aguilera, argumentó a favor de esta norma sobre el “carácter oceánico de Chile”. En específico, el Maritorio puede entenderse como una parte del territorio, el cual se hace cargo de las diferentes formas de habitar, experimentar y vivir con el mar, comprendiendo a este espacio en su dimensión de forma integral entre material y tangible y lo cultural e intangible.
En las consecutivas votaciones realizadas, el artículo que más apoyo alcanzó (151 votos a favor) trata sobre la “diferenciación territorial”, el cual propone que el Estado deberá producir políticas públicas diferenciadas y transferir competencias adecuadas a las necesidades y particularidades de cada ente territorial
Normas rechazadas
En tanto, las que no alcanzaron los dos tercios de votación favorable (103 votos) serán remitidos nuevamente a la comisión para la re deliberación y presentación de una nueva propuesta al Pleno. Entre estas se encuentra la norma que planteaba la existencia de asambleas legislativas regionales, así como contralorías regionales, entre otras.
La posibilidad de crear estos organismos fue ampliamente criticado por convencionales de centroderecha que acusaron que se busca aumentar la burocracia y el aparataje estatal. Así, Bárbara Rebolledo, por ejemplo, dijo que esto no es la que la gente en regiones espera cuando se habla de descentralización.
Al concluir la sesión, el coordinador Adolfo Millabur se refirió a los artículos aprobados y a los pueblos y naciones preexistentes al Estado. “Los territorios necesitan tener la posibilidad de resolver sus problemas lo más cerca de sus territorios, y en ese sentido, los pueblos y naciones prexistentes al Estado, estamos contentos porque debatimos de cara al país”.