A lo del golpe de Juan Carlos Castillo, calientito de atrás, sin dar tregua, me llegó la noticia de la muerte de mi compadre Walter. Una noticia que, por lo demás impactó fuerte en toda mi familia.
“Me duele mucho aceptar su partida tío, no puedo creerlo!! Por qué nos tienen que dejar las mejores personas?? No me cabe más que agradecer todo este tiempo que estuvo conmigo y su incondicional apoyo, siempre llevare su recuerdo y sus consejos. Sólo pedir a Dios que le dé mucha fuerza a su familia para salir adelante”, escribió en Facebook su ahijada, mi hija Bárbara.
“Con un hondo pesar por tu partida Walter Enrique Aguirre Rivera fuiste un grande y siempre miraste la vida diferente a como la miramos todos. Hoy te reencuentras con tu padre celestial y sé que tu alma hoy tiene paz, esa que siempre transmitías en cada una de tus palabras. No me queda más que decirte que, desde arriba entrégale fortaleza a tu familia para que puedan soportar tu partida… Un beso al cielo tío”, agregó Fernanda, su hermana mayor.
La Gorda, mi esposa, no escribe ni tiene portal de Facebook (“faiful”, dice ella) pero desde que lo supo anoche, ha andado todo el día como para adentro, sin poder creerlo.
A mí también me cuesta creerlo aun. Es que, Walter («Wualtimaña”, como te decía la Gorda) , cuando hace dos meses viniste a casa para contarme lo de tu enfermedad, nunca pensé que era una despedida. ¿Porqué uno siempre cree que sus seres queridos, con fe grande en Dios, sacarán fuerzas para salir adelante?.
Nos separamos hace algunos años, desde que te marchaste de Ovalle, y cuando regresaste para presentarnos a tu familia y reencontrarte con tu ahijada, pensamos que sería para mucho tiempo. ¡No sabes lo emocionada que estaba la Pepa, entonces!
Sin embargo la vida, o Dios (ese Dios al que tú querías tanto y al que de repente cuesta tanto entender), resolvió una cosa distinta.
“Compadre, Dios tiene extrañas maneras de expresarse. Tenga fe en él”, me hubieras dicho, riendo. Porque el Walter que conocí siempre reía.
Walter había nacido el 27 de febrero de 1960 y en la actualidad se desempeñaba como docente en la Universidad Santo Tomás de La Serena, donde, por lo que he leído en el Facebook en las últimas horas también sembró mucha amistad.
Para los muchos amigos que dejó durante su estadía en Ovalle, los funerales se efectuarán mañana martes después de una misa a oficiarse a las 11.00 horas en la parroquia de Diaguitas, comuna de Vicuña.
No creo que pueda ir a acompañarte. Es que aún no me recupero bien de los golpes que he sufrido en las últimas horas. ¿Porque, sabes? este 2017 la agarró fuerte conmigo de entrada.
Mario Banic Illanes
